Viaje por la ciudad de Albacete y su provincia

Día 29 de octubre (viernes)

Ruta: Madrid-Albacete-Chinchilla de Montearagon

Este fin de semana lo vamos a dedicar a un viaje de aventuras, quizás la mayor aventura de muestras vidas. Sinceramente es pura retórica para indicaros que aunque desconocemos nuestro destino final esperamos que el viaje sea impactante.

En estos momentos que dedicamos mayor atención a la despoblación de muchas zonas del país, de las ciudades olvidadas. Siempre hablamos de Soria y Teruel, pero quién conoce Albacete.

Nosotros hemos pasado cientos de veces por la puerta, pero jamás sentimos la curiosidad de parar cinco minutos, lo más cercano es parar en casa Juanito para comprar unos Miguelitos. Por cierto el precio de la docena no hoy es de 6,90 €.

Bueno pues llegamos a Albacete con la intención de descubrir una ciudad que nadie conoce y muchos la infravaloran. Tenemos como referencia de internet para pernoctar área de autocaravanas en Albacete GPS N 38.97694 W 1.85222 ; andando 20 minutos al centro.

Buscamos como posible alternativa próxima al casco histórico y es donde aparcamos en un parking para autocaravanas en la ciudad de Albacete, cercano a la catedral GPS N 39.002331, W 1.856022), se halla en la calle de Zamora, es gratuito y no tiene ninguna limitación para las autocaravanas; es conocida por la cercanía el monumento a Don Quijote (GPS N 39.001667 W 1.854821), particular figura han hecho estos albaceteños, para salir corriendo. En 10 minutos estamos en el centro de la ciudad.

Lo primero que vemos es la Galería Comercial es conocido como Pasaje de Lodares (GPS N 38.993546 W 1.855618), se halla entre la calle Mayor y la calle del Tinte. Es un edificio modernista de principios del siglo XX que tiene una calle con un tejado transparente que te llama al comercio que hay en la planta baja. No imaginéis que es la Galería Comercial de Milán con sus mármoles de colores.

Después vamos a la Biblioteca Municipal Depósitos del Sol (GPS N 38.989618 W 1.851635), situada en la calle del Oro, es una verdadera preciosidad porque está en el interior de una antigua cisterna de agua, desde donde se distribuía el agua a la ciudad. Entrada gratuita.

La arquitectura es sorprendente al adaptar el edificio redondo con las estanterías de madera para los libros, con una acústica especial, hoy además de biblioteca era un estudio de conciertos de música electrónica.

Después acudimos a la catedral (GPS N 38.995833 W 1.856279), entrada gratuita. Vemos una sorpresa mayúscula, el exterior del siglo XVI no tiene nada que ver con su interior del siglo XX, es como si hubieran tirado toda la decoración de tantos siglos a la basura y hubieran construido algo totalmente nuevo. Las paredes están totalmente revestidas de unos frescos modernistas donde aparecen los personajes locales más destacados de principio de siglo.

Vemos un retablo gótico del siglo XV totalmente desmembrado y vuelto a colocar las tablas en otro neo barroco dorado del siglo XX. Vaya es un ejemplo que jamás habíamos visto antes.

Enfrente el museo de los museos de Albacete. Está el dedicado a la cuchillería (GPS N 38.996134 W 1.856439), situado en la plaza de la Catedral, entrada 3,5 euros. Lo han metido dentro de un edificio modernista de principios del siglo XX que por sí solo merece  la pena ya la visita.

En su interior el ayuntamiento se vuelca para elevar la fabricación de cuchillos al máximo exponente del arte. Ofreciendo a los artesanos del noble arte de la forja de una fuerza hasta este momento nunca antes reconocido.

Tanto nos ha llamado la atención que hemos corrido a una tienda para comprar una navaja producida en Albacete. Al final hemos comprado una que es tan grande que cuando se la enseñe solamente el mango a mis  futuros yermos dudarán muy mucho venir a casa. El precio estaba de oferta 20 euros, debe de ser que el modelo ya no se lleva mucho, pero puede asegurar que cuándo se abre se escuchan los muelles.

Para finalizar la tarde nos hemos venido a dormir a Chinchilla de Montearagón (GPS N 38.920896 W 1.722598), el parking es muy grande y nos hacemos compañía, al menos, seis autocaravanas. Está situado en la parte baja de la localidad a cinco minutos andando del casco histórico. Es gratuito y tiene servicios de vaciado de aguas negras y grises; llenado de agua potable.

Ahora, llueve y llueve, mientras, vemos la TV 1 española y hacemos sueño para meternos en la cama.

Día 31 de octubre (sábado)

Ruta: Chinchilla de Montearagon (todo el día)

Bueno ayer os conté que dormimos en Chinchilla de Montearagon, recibe el nombre porque está edificada sobre una montaña. Anteriormente era simplemente conocido como Chinchilla y llegó a ser la capital de la provincia.

A las nueve nos levantamos, pero nos ha costado ponernos en funcionamiento y salíamos cerca de las 11,00 horas, en esos momentos llegaban nuestros vecinos franceses que regresaban de ver la ciudad para hacer la comida, ellos almuerzan a las 12,00 llueva o haga sol.

Cómo decía salíamos con muestras mejores galas para la lluvia que nos marcaba los pronósticos de Internet, paraguas en ristre y botas de agua.

Lo primero que vemos nada más coronar una escalera con mucha pendiente hasta llegar a la calle del Arenal, es la capilla de Rosario (GPS N 38.920024 W 1.722755), con su hermosa cúpula de cerámica azul, está cerrada. Vaya!.

Enfrente se encuentra el convento de Santo Domingo (GPS N 38.919514 W 1.722860). Las guías indican que tiene un bonito claustro mudéjar. Vaya! Está cerrado.

Nos ponemos en faena para subir las cuestas, que aquí son pronunciadas. Vemos a lo lejos un edificio que da a una estrecha calle llena de contrafuertes, por la otra calle se encuentra la portada principal e indican que son los antiguos tercios reales (GPS N 38.919189 W 1.723496), situado en la Virgen de las Nieves, 22. ¡Vaya!, están cerrados y las fotos de Internet del interior eran muy prometedoras.

La Casa de la Tercia se utiliza para el mercado municipal, del siglo XV, contiene en su interior grandes columnas toscanas y arcos de medio punto, el Patio Barroco de la Notaría, en el palacio de la familia López de Haro, y el Palacio de la familia Barnuevo que posee una bella fachada barroca del siglo XVIII.

Seguimos andando y descubriendo las numerosas casas solariegas, la de los Morenos, las de los Núñez Robles, Núñez Cortes, etc. ¡Vaya! Todas están cerradas.

Empezamos a deprimirnos porque pensamos que estamos en nuestro mejor sitio en el peor día.

Llegamos accidentalmente a la plaza del ayuntamiento o Plaza de La Mancha (GPS N 38.920892 W 1.724883), centro neurálgico de la ciudad que alberga edificios de gran patrimonio artístico dónde podemos ver en el edificio consistorial su fachada barroca con la cara de Carlos III. Enfrente está la torre del reloj de carácter civil que daba las horas con independencia a la iglesia. Enfrente la fachada renacentista de la iglesia de Santa María de El Salvador, que iba para catedral y se quedó en una simple iglesia. Lo portada que da a la plaza también cerrada. Vaya! Vaya! algo pasa.

Bordeamos la iglesia y vemos que la puerta principal está abierta. ¡Vaya! Nos ha cambiado la suerte.

Iglesia parroquial de Santa María de El Salvador (GPS N 38.920883 W 1.725525). La portada es gótica preciosísima con la virgen en el parteluz flanqueada por San Pedro y San Pablo, encima Cristo crucificado.

En el interior todo lo que esperábamos ver no se cumplió porque las guías hablan de una iglesia mudéjar con reformas renacentistas y el interior es completamente barroco.

Pues esto obedece a una decisión del Cardenal Belluga en el siglo XVIII, llega a la ciudad y ve la iglesia estilo mudéjar con artesonados policromados, y columnas con capiteles góticos y decide que aquello es muy árabe. Ordena revestir toda la iglesia con una capa que imita al mármol, yo lo llamo mármol cordobés. Y se deshace de todo el artesonado y modifica toda la techumbre. La iglesia pierde todas las formas del espacio. La guerra Civil término de poner su granito de arena para que desaparecieran todos los vestigios antiguos, incluso el retablo mayor es desmembrado y quemado en la plaza mayor. Se salva la virgen de las Nieves patrona de la ciudad.

Aquí ha cambiado nuestra suerte. Vamos a la oficina de turismo y preguntando y preguntando nos enteramos de que a las 17,00 horas hay una visita guiada por todos los monumentos cerrados, bueno, no todos, algunos.

Descubrimos que hay un Museo único y que solamente abre hoy. Es el museo de Cerámica Nacional (GPS N 38.922415 W 1.724762 ), situado en la calle de la Peñuela, 3.

Fue creado por una familia de Chinchilla que su hobby era viajar por España y conocer su alfarería. Durante toda su vida fueron atesorando más de mil obras que lograron plasmar en este Museo.

Sus hijos ahora lo enseñan con mucho orgullo porque la casi totalidad de sus artesanos han cerrado sus talleres. Ellos supieron profetizar la llegada del plástico en detrimento de otro tipo de vida.

Nada más traspasar la puerta nos sentimos tremendamente identificados porque nosotros empezamos a viajar por España con la guía de los alfareros en el brazo. Comprábamos muchas de las obras que estaban ahí, en ese mismo Museo, desgraciadamente nuestra casa no podía albergar tal cantidad de botijos. Y pronto se nos pasó la afición para dar paso a los platos de un solo uso de los cumpleaños de los niños.

Son las 13,30 horas y nos planteamos el dilema de tomar algo en la plaza o bajar a nuestra casa. Optamos por lo segundo, comer en nuestra autocaravana, porque tenemos mucha comida.

Enseguida preparamos unos aperitivos mientras calentamos las judías verdes y de segundo un carpacho. Después, nos queda tiempo para una siesta rápida.

A las 17,00 horas estamos frente al claustro de Santo Domingo y conócenos a Antonio que será nuestro guía durante toda la tarde. Vaya tarde!.

Nos abre la puerta del claustro del convento con trazas mudéjar que por la mañana no habíamos tenido oportunidad de ver.

El claustro del convento fue cedido al ayuntamiento que estaba totalmente en ruinas y se encargó de rehabilitar. La iglesia se quedó con la parte del templo y no se puede visitar ni tampoco se celebra misas, quedó ahí en el corredor de los secretos.

Desde ahí recorremos la muralla árabe y entramos por la puerta de los diablos y tiradores (GPS N 38.922895 W 1.724037). Se llama así porque los árabes se pintaban para dar miedo a los cristianos con formas grotescas que parecían diablos y de los tiradores porque allí estaban apostados los mejores tiradores de su ejército para sí no hacía efecto el miedo pues un poco de ovicoco.

Después nos desplazamos a ver las cuevas del Agujero (GPS N 38.923380 W 1.724579). Fueron construidas por los musulmanes expulsados de Guadix cuando aquella ciudad fue conquistada. Llegaron a Chinchilla e intentaron seguir con su misma vida, en el interior de la casa cueva.

Más adelante, vamos al castillo GPS N 38.919355 W1.728704 y podemos verlo tanto el exterior como el interior. Reconstruido en el siglo XV, es el típico castillo medieval rodeado de foso tallado en la roca, cárcel de César Borgia.

El exterior es supermaravilloso con un foso excavado a pico y pala que parece describir perfectamente la erosión de un río en la montaña. El interior está totalmente abandonado porque fue una prisión hasta 1940, considerada de las más duras de España. Alcatraz made in Spain.

Desde aquí nos sorprende la lluvia y tenemos que refugiarnos en el interior de la iglesia y hacemos una nueva visita reforzando los conocimientos de la mañana.

Solamente nos queda despedirnos de Antonio y ver los rayos de la noche sobre las sombras del pavimento mojado de esta hermosa ciudad.

Ahora, ducha para relajarnos y cena imperial, mientras, llueveee, llueveeeeee y llueveeeeeeeeee.

Mañana, pues ya veremos el camino.

Día 31 de octubre (domingo)

Ruta: Chinchilla de Montearagon-Alcalá del Júcar; distancia 49 Km; tiempo estimado 1 horas

La noche ha sido de aúpa, no ha dejado de llover pero con cubos de agua. Esto es lo malo de la autocaravana que estás muy expuesto a la naturaleza.

Continuamos nuestro viaje por la provincia de Albacete y terminamos por decidirnos por visitar la localidad de Alcalá del Júcar.

Los 47 km que nos separan por una carretera provincial muy correcta y sin coches. La llegada es memorable pues bajás por un cañón hasta que llegas ante la fotografía única de la localidad que se confunde con la roca.

Alcalá del Júcar es considerado como el pueblo más bonito de Albacete y de los más bonitos de España. Podemos decir que está a la altura de Albarracín, Baeza, Ronda, Almagro, Alcorcón o Chinchón.

Lo que diferencia Alcalá de Júcar es que su arquitectura convive el espacio con la roca y la erosión del agua.

Está edificada entre los meandros del Júcar que le ha llevado tiempo, millones de años para horadar la piedra.

Los árabes eran especialistas en crear ciudades donde eran por si solas fáciles de defender, además, su arquitectura mimetiza con la montaña y el agua a sus pies tiene la combinación perfecta para una vida hermosa.

Cuando llegamos intentamos aparcar en los parkings habilitados para autocaravanas de Alcalá de Júcar (Albacete) (GPS N 39.192699 W 1.427307), precio 2 euros 24 horas y nos es imposible en un lugar que da miedo moverse con nuestros trastos.

Cuando íbamos a marcharnos un ángel nos ilumina y nos lleva a un parking fuera de la ciudad totalmente vacía (GPS N 39.190033 W 1.432204), se encuentra en la carretera de Jorquera, es gratuito está especialmente indicado para las autocaravanas en Alcalá del Júcar.

Enseguida se produce el efecto de copia y pega y ahora para dormir estamos acompañados por seis autocaravanas.

Nos acercamos los 300 metros que nos separan y lo primero que nos llama la atención es el rumor del agua que se escucha desde cualquier lugar de la ciudad.

El agua y la roca es algo que hace diferente este lugar. Puedo asegurar que escuchas el agua desde cualquier punto, seguro que los lugareños ya no lo oyen.

Lo primero que hacemos es ir a la oficina de turismo dónde sacamos un bono para visitar los principales monumentos de la ciudad 3,5 euros.

Después continuamos haciendo la visita guiada a la plaza de toros (GPS N 39.190341 W 1.426100), se encuentra situado en la parte contraria al puente medieval. Es una de las más bonitas de España.

Está excavada en la roca hasta conseguir el terreno suficiente para poder celebrar este espectáculo. Las gradas parecen de épocas romanas y las paredes de tapial árabe hacen del recinto único.

Después regresamos a comer a casa porque todos los restaurantes tienen cero mesas libres.

Enseguida preparamos el aperitivo y unas patatas en ensalada de verano. De postre unos Miguelitos. Nos echamos la siesta, tomamos un reconstituyente café para ayudarnos físicamente en lo que nos espera.

Cruzamos el puente medieval sobre el río Júcar (GPS N 39.190969 W 1.428075), allí están los molinos de agua que ayudaban la molienda del grano, ahora todo ese espacio está dedicando al esparcimiento, incluido la playa.

Subimos por las escarpadas calles, en zig zag, hasta salvar los cientos de metros de altura que nos separan.

El castillo es el primer protagonista de la localidad (GPS N 39.191298 W 1.430212), mires dónde mires, allí está. Esbelto, callado, serio, nos indican que desde siempre fue uno de los poderes fácticos.

De origen árabe, pero desgraciadamente mires dónde mires no ha llegado ningún vestigio hasta nuestros días. Esto es proyectado para todo el pueblo. La historia ha borrado cualquier elemento de la arquitectura árabe si exceptuamos el trazado de las calles que nos recuerda a Essauira en Marruecos.

Desgraciadamente el cambio de hora, ya es de noche, nos impide disfrutar de las vistas panorámicas sobre el río Júcar, pero, tenemos la suerte de ver en la noche las luces y las sombras de un lugar distinto. Además, los turistas han abandonado y los pocos que estamos somos los más enamorados de estos lugares.

El bono tenía incluido la visita a una casa cueva, llamada de Masagó (GPS N 39.191212 W 1.429970). Es difícil imaginar cómo es una casa cueva pues aquí vemos un lugar único como si los propietarios se hubieran marchado cinco minutos antes y nos hubieran transportado en el túnel del tiempo para llegar a principios del siglo XX, en la España profunda, en la España rural, en la España pobre y con un futuro incierto.

La decoración es totalmente original, las camas tienen las colchas originales, los muebles nos muestran las fotografías de toda la familia. Los aperos de labranza nos indican de dónde llega su sustento.

Son las 19,00 horas en este momento la noche es cerrada, las empinadas calles están vacías, parece que estemos en la pausa obligatoria de una obra de teatro de sombras chinescas.

El azar nos lleva hasta las cuevas árabes del rey Garaden, aquí sacamos un bono de 3 euros que nos permite ver las cuevas del Diablo (GPS N 39.192090 W 1.429555), incluye una consumición.

Esta cueva árabe es una maravillosa oportunidad de trasladarnos a la época de la dominación musulmana porque estaba dedicada a servir para el descanso de las caravanas en sus viajes.

Las dos cuevas están unidas por una serie de pasadizos y túneles que nos hace imposible imaginar por donde vamos y como ha sido posible horadar en la montaña ese caminó que más parece una mina.

Por fin llegamos a la cueva del Diablo, es difícil imaginar su arquitectura y más complicado poder explicarlo en pocas palabras.

En un principio tenía una función defensiva pues sus miradores por ambas caras hacía que los árabes dominarán la entrada a la ciudad.

Luego pasó a convertirse en un criadero de palomas en tiempos que este tipo de animales eran muy preciados por la carne y las plumas. Si del cerdo se aprovecha todo de la paloma se aprovechaba hasta sus excrementos.

Luego se convirtió en cueva restaurante hasta que en los años 80 Juan Luis la compro y la fue acondicionado para qué albergará su particular locura. Una combinación de restauración y museo, cualquier cosa que puedas imaginar allí está, billetes de curso legal, sellos de correos, máquinas de coser, televisiones, radios, máquinas y aperos de labranza, trillos de madera. Vamos una verdadera locura.

Continuamos bajando y vemos el antiguo cine convertido en museo, desgraciadamente está cerrado, y dicen que en su interior es una verdadera preciosidad.

Más abajo, está la iglesia, es el otro poder de la ciudad, tanto, que es muy difícil ver su interior. Solamente podemos apreciar la cúpula de gres cerámico de estilo mudéjar y su portada que se abre bajo la torre de las campanas.

Poco más os puedo contar por qué solamente nos queda volver por una carretera sin luces que nos obliga a sacar la linterna del móvil para llegar.

Mañana seguimos por tierras del Júcar.

Día 1 de noviembre (lunes)

Ruta: Alcalá del Júcar-Jorquera-Madrid; distancia 285; tiempo estimado 2h56'

Hoy os contaré la última etapa de este viaje por la ciudad de Albacete y su provincia porque ha sido muy grata la sorpresa. Conocíamos el interés de poetas, viajeros, cineastas y pintores, pero nunca habíamos imaginado su importancia.

Os dejé cuando contaba que estábamos durmiendo en el parking de Alcalá del Júcar, separado 300 metros de la ciudad en compañía de otras autocaravanas. La noche de halloween pues como tiene que ser terrorífica, llover, llover y llover y nosotros en medio de la nada muy cerca de las posibles avenidas del río Júcar. A las 7,15 de la mañana, ya había amanecido me levanto para ver si por casualidad somos el Arca de Noé y estamos flotando por el universo. Pues no el parking de tierra está mojado y no había signos de una avenida de agua. El único problema es que estábamos en el centro de la “B”, esta letra describe la borrasca que nos indica el hombre del tiempo, mientras, los de arriba nos echaban continuos cubos de agua. ¡Bueno! Nada especial, me meto otra vez en la cama.

La etapa de hoy es visitar otro de los pueblos más bonitos dentro del río Júcar, se trata Jorquera, dicen que es tan bonito como Alcalá del Júcar, pero no es tan turístico, pues nada hacia allá vamos. Son separan solamente 14 km.

El recorrido es por el interior del cañón del Júcar, ya os conté ayer que ha sido formado por la erosión durante millones de años al atravesar el río una zona de piedras blandas. El recorrido es memorable por una carretera estrecha con piedras que vuelan sobre nuestras cabezas y que nos pone en prevención, pues conducir por estas carreteras con la altura de una autocaravana es un tanto complicado. Afortunadamente no hay apenas tráfico y podemos hacer el recorrido lentamente y disfrutando del paisaje.

La vegetación sobre ambas riberas está compuesta por sauces y álamos, acompañados de cedros y algún pino, pero lo que más nos llama la atención es que vemos un verdadero bosque de higueras. Estamos en otoño y el color del cañón es un festival de colores desde el amarillo pasando por el ocre hasta terminar por los infinitos tonos de verdes.

Las paredes de la roca merece nuestra atención porque durante el recorrido vemos infinitas cuevas excavadas por el hombre que no sabemos muy bien su uso. Pensamos que quizás han servido como refugio para los pastores, camineros porque no es posible que hubiera en esa zona tanto eremita. Algunas de las cuevas están excavadas en la montaña de imposible acceso, solamente se puede llegar descolgándose por cuerdas.

Poco a poco el cañón se va abriendo y aparece la mano del hombre que controla el paisaje por medio de sus cultivos, según se amplía la tierra los hombres plantan olivos, cepas y zonas de huertas con algunos árboles frutales y pequeñas casas de labor que se presentan de forma dispersa.

Enseguida aparece el rótulo en la carretera que estamos en Jorquera, pero tenemos que esperar casi un kilómetro ascendiendo por una carretera tan estrecha y virada que nos hace sentir la subida a cualquier pico de los Alpes italianos.

Tenemos información donde dejar la autocaravana, pero desde lo alto vemos un espacio que sin entrar en el pueblo nos va a permitir hacer la visita sin los agobios de este tipo de localidades, se encuentra cerca de las piscinas municipales en la parte más alta.

El parking para autocaravanas que utilizamos en Jorquera (Albacete) (GPS N 39.176971 W 1.527052), se encuentra situado en la puerta Ermita de San Cristóbal, es gratuito, no tiene ninguna limitación, está un poco inclinado pero es válido para la pernocta.

Para llegar andando al centro urbano tenemos que atravesar un puente estrechísimo sobre un paisaje espectacular, es una de las hoces más espectaculares que haya visto porque describe una montaña con forma de barco (parece la proa del Titanic) horadada por el río formando un meandro con un ángulo de 180 grados. A la derecha de la hoz se encuentra suspendido el pueblo de Jorquera.

Rivalizar la arquitectura de Jorquera y de Alcalá del Júcar no tiene sentido porque esta última ha sabido conservar su sabor y la mayoría de casas y calles son de arquitectura árabe, mientras que en Jorquera la mayoría de las casas han sido tiradas o rehabilitadas durante estos últimos años y prácticamente no ves una casa antigua.

Todo esto ni quita un ápice de lo bonita que es Jorquera, primero por su emplazamiento y segundo porque conserva parte de la muralla árabe, casi como la dejaron, y también destaca la iglesia de la Asunción del siglo XV.

Lo primero que te recibe en Jorquera es la Torre de doña Blanca (GPS N 39.174995 W 1.524082). Edificada a mediados del siglo XV, según la tradición, torre que fue construida para mantener cautiva a una dama, Doña Blanca, durante su secuestro; aunque se sabe que era una de las torres, junto a la Torre Armez (hoy desaparecida), que defendían la entrada al pueblo, situadas en la Puerta Nueva y la Puerta de la Villa, respectivamente.

Desde la calle mayor se llega a la iglesia de Santa María de la Asunción del siglo XVI (GPS N 39.174787 W 1.520386), destaca porque tiene las puertas abiertas y solamente se accede al interior para desde una barrera poder ver el interior, si quieres verla mejor iluminada con un euro consigues distinguir mejor los frescos. Pues agradecemos a su párroco esta forma intermedia de mostrarla, entre ver la iglesia cerrada, la iglesia abierta, está esta que puedes verla desde una cancela.

Sobre el altar mayor destacan los frescos donde se ve a la Virgen rodeada de ángeles músicos y portadores de flores con una representación del Espíritu Santo. El conjunto se decora con una serie de aves situadas sobre el arco apuntado que reforzarían el simbolismo mariano que caracteriza el conjunto. Como digo solamente pudimos verlo muy rápidamente pues el euro dura unos segundos.

Los turistas son escasos lo que nos permite hacer un recorrido en silencio por unas calles estrechas y llenas de sabor. Llegamos ante el ayuntamiento, que no tiene nada especial, pero las guías nos indican que allí está cerca la Casa del Corregidor (GPS N 39.174922 W 1.520266), sabemos que estamos ante ella por los tres relieves de la fachada (con el emblema del Marqués de Villena) y la curiosa puerta de madera que su propietaria actual ha puesto unas tiras metálicas para que no pasen las moscas, además la fachada se ha enfoscado y pintado y ha perdido toda su fisonomía.

Subimos por las estrechas calles hasta la parte alta donde se encuentran los restos de las murallas árabes (GPS N 39.176041 W 1.521585). Dicho así pues todo parece normal, pero no es nada normal este rincón, donde las murallas limitan con el cementerio. Bueno pues aprovechando que es el día de los difuntos lo encontramos abierto con un bando del ayuntamiento que nos informa de las normas por el covid en la visita al campo santo, nos limita a permanecer menos de media hora.

Inmediatamente entramos en el cementerio (GPS N 39.1760182 W 1.521201) con la esperanza de poder ver la muralla al completo, cuando tenemos la sorpresa de ver que la muralla con más de 800 años se ha integrado tanto en la vida de Jorquera que constituye el lugar donde se levantan los nichos de enterramiento, solamente se pueden ver pequeños trozos donde se aprecia que aquello fue construido por los musulmanes, incluso algunos lugareños han tenido el privilegio de excavar la muralla y enterrarse dentro y luego ha puesto una pequeña lapida, otros han excavado hacia abajo y se han enterrado de pie, en su cabeza ponen una cruz para señalarlo y los más singulares han ocupado las torres de vigilancia. En este cementerio el único que está espaciado es el panteón de Francisca Sánchez Galindo que ocupa una gran extensión en el campo santo.

Pensando en lo que estamos viendo, podríamos llamarlo el cementerio más variopinto del mundo, no sé que opinara de esto Patrimonio Nacional, quizás no conozca el dato. Porque se ve que el ayuntamiento está empeñado en ocupar por completo la muralla y muchos o la mayoría de los nichos son recientes, a la espera de que se ocupen de nuevos inquilinos. Llegamos a la conclusión de que allí el espacio y suelo debe de ser un problema para tener un cementerio tan atiborrado, no sabemos por qué no ha crecido en el otro sentido porque hay un solar inmenso en lugar de ocupar las preciosas murallas almohades.

Desde aquí seguimos descubriendo Jorquera y sus estrechas calles, pasamos ante la casa del párroco, nos imaginamos quien es el dueño por las rejerías con cruces típica de los pueblos, destaca en su jardín los granados y el color rojo otoñal de sus hojas.

Es la hora de comer y decidimos hacerlo en el único restaurante dentro casco urbano, es casa Ruti (GPS N 39.174786 W 1.523790), afortunadamente nos hacen un hueco para dos personas y pedimos: queso frito con mermelada, fritura de verdura y voladores con mahonesa, postres y bebida, el pan lo ponemos nosotros, pues 32 euros. A las tres de la tarde aquello se llena de tal forma que es imposible entenderse y decidimos pagar y salir corriendo antes de traernos lo que no llevamos, pero nos da tiempo para compramos una botella de aceite virgen extra de la zona de 5 litros por 18 euros.

Pues aquí termina nuestra aventura por la zona de Albacete y por una zona poco conocida que nos sumerge en una España profunda y olvidada que merece siempre una visita porque Viajar es vivir.

Llegamos a Madrid a las 19,00 horas, el indicados parcial nos dice que en este puente hemos recorrido 620 kilómetros. Los doy por bien aprovechados.

-FIN-

by

© Fotografías y textos son propiedad:

Ángel López

© Bajo el soporte de:

www.viajeuniversal.com