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BLOG DEL VIAJE A LA CIUDAD DE SIGÛENZA EN UN DÍA por A. López
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INTRODUCCIÓN

Hoy comienza otra nueva aventura a bordo de un tren. Este es nuestro segundo viaje de preparación para el gran reto de tomar el llamado "Tren más largo del mundo", que va desde la ciudad de Faro en Portugal hasta Singapur.

EL VIAJE

Día 24 de junio (sábado)
Ruta: Madrid-Sigüenza-Madrid

Salida de Chamartin Madrid

En esta ocasión vamos con la tarifa promocional de 7,5 euros a Soria, pero nos bajamos en Sigüenza. Si sacamos los billetes a Sigüenza, Renfe aplica una tarifa de 11,30 euros. Consultado no hay inconveniente en comprar un billete con un destino posterior y bajarse en cualquier estación anterior del recorrido. Nadie lo puede entender pero es así.

Esperamos llegar a las 10,15 horas y tenemos todo calculado para que la estancia en esa bonita ciudad sea todo lo más enriquecedora posible. Tenemos pendiente si vamos a contratar una visita guiada en la oficina de turismo en función de que veamos cómo está el ambiente.

Poco más puedo contar, hemos desayunado en el tren gracias a una combinación de productos del Mercadona y las manos artesanales de mi copilota que ha elaborado una empanada de pisto y un bizcocho de plátano, esto último lo aprendió de las recetas ancestrales de las monjitas del Convento de Ibiza. Utilizan los plátanos maduros para darles un uso porque ya sabéis que como maduran todos a la vez muchas veces no da lugar a su consumo.

Estación de Sigüenza en Guadalajara

En estos momentos la revisora de Renfe comprueba nuestros billetes, mientras el convoy circula a una velocidad de 160 km. h. En estos momentos del viaje solamente nos queda la estación de Jadraque y la siguiente es Sigüenza.

Llegamos a la estación de Sigüenza a las 9,45 horas, nos encontramos con un edificio mucho más grande que el de Soria, hemos tardado solamente 90 minutos en los 150 km.

El revisor nos pide los billetes que llevamos impresos en papel porque todavía somos viajeros analógicos, no nos pone ninguna pega, tanto a la ida como a la vuelta.

Lo primero que visitamos es el convento de las Clarisas o Monasterio de Nuestra Señora de los Huertos (GPS N 41.0711037 W 2.6433948), situado en la calle de la Rivera de la Alameda, todavía habitado por un puñado de monjas que siguen elaborando un extenso catálogo de dulces artesanos.

La iglesia está abierta todo el día, tiene una portada, de estilo plateresco, se cobija bajo arco escarzano y su tímpano semicircular está presidido por la imagen de la Virgen sedente con el Niño. En el patio exterior hay un importante yacimiento arqueológico con numerosas tumbas porque aquí se enterraban a los pobres que morían en el hospital.

Monasterio de Nuestra Señora de los Huertos (Guadalajara)

El resto del edificio es gótico excepto la Capilla Mayor está presidida por un retablo renacentista pintado directamente en la pared.

Parque de ka Alemeda de Sigüenza en Guadalajara

Si te fijas detenidamente puedes ver que durante los 900 años ha sufrido numerosas reformas que ha cambiado hasta la orientación de la iglesia.

Enfrente se encuentra el Parque de la Alameda (GPS N 41.070214 W 2.642842) en estos momentos todavía la gente de Sigüenza no se ha desperezado y está totalmente vacío. En buen tiempo un lugar sentarse en la terraza de cualquiera de los tres quioscos que hay en la misma.

Es un jardín con olmos centenarios y perfecto lugar de tertulia, paseo e incluso juegos de mesa.

Este lugar de esparcimiento en tiempos pasados este gran espacio público contó con la presencia de personajes como por ejemplo José Ortega y Gasset, Emilia Pardo Bazan y Miguel de Unamuno y políticos como el Conde de Romanones.

Seguimos andando por las empinadas cuestas de la calle Serrano Sanz guiados por las dos torres de la catedral hasta que llegamos a la oficina de turismo (GPS N 41.0685493 W 2.6424093) donde nos dan un plano y una hoja con los horarios de los principales monumentos.

Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Somos los primeros en acceder a la catedral de Santa María (GPS N 41.0684082 W 2.6419444) previo pago de 11 euros (tarifa jubilados), incluye audioguía y la visita al museo diocesano, horario: Lunes a domingo: 10:30 – 14:00 / 16:00 – 19:30.

Cómo en muchas cosas ser el primero es garantía de satisfacción pues así nos sentimos nosotros con la oportunidad única de ver este impresionante templo prácticamente en solitario, cuando nosotros salimos es el momento que entran los grupos guiados.

La catedral románica de Santa María termina de construirse en 1270 con una cabeza de cinco ábsides decrecientes y se dedican con sendos cinco altares a la Virgen María, el altar mayor; a San Agustín, el altar del Evangelio; a san Juan Bautista, el altar septentrional; a los apóstoles Pedro y Pablo, el altar de la Epístola; y, a santo Tomás, mártir, el altar meridional

La catedral se concluye con el abovedamiento de las naves laterales mediante bóvedas simples de crucería, entre el segundo y tercer cuarto del siglo XIII.

Portada de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

El primer claustro quedará terminado completamente en esta primera fase, durante la segunda mitad del siglo XII. Estaba cerrado con una cubierta de madera labrada y policromada

La catedral sufre un periodo de transformación hacia el gótico que dura desde 1271-1470. El edifico se eleva en la capilla mayor y el crucero a la altura de la nave central para que la cruz de su cubierta pueda cerrar a una misma altura.

La siguiente fase de la transformación de la catedral hacia el arte renacentista abarca desde 1471 a 1611. Es un momento en que la arquitectura gótica se empieza a embellecer con una forma de ver el mundo renaciente. Este periodo coincide con la elección del cardenal Mendoza dando mayor luminosidad a la capilla mayor, se embellece el coro capitular dotándolo de una nueva sillería.

Comenzamos la visita por el trascoro verdadera obra de arte en un suntuoso mármol de distintos colores que nos informan que los señores de Sigüenza eran verdaderos millonarios de la época para poder financiar estas obras de arte. En el centro la virgen románica patrona de la ciudad que con sus vestidos y desfiguraciones puede parecer gótica.

Capilla del Doncel de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Enfrente la capilla más visitada y conocida de la provincia. El famoso doncel colocado a la izquierda que con su hermosura saluda y despide a los peregrinos, tanto a la entrada como a la salida.

El Doncel en su sepultura, más que monumento funerario parece un canto a las armas y a las letras. Las letras simbolizadas por el libro que el Doncel, indolentemente recostado sobre el lado derecho, con gesto sereno, lee. Las armas, en la fina cota de malla que ciñe su torso, en la acerada armadura que ampara brazos y piernas, y en el agudo puñal que pende del cinto. A los pies un leoncillo simboliza la inmortalidad.

Se ignora por completo quien fuera el autor de tal maravilla escultórica. Es obra tan sobresaliente, está tan bien colocada en aquella capilla, con luz tan apropiada y con tonalidad tan fina, adquirida por el tiempo, formando todo ello una nota artística tan de primer orden, que bien merece el viaje.

No está el Doncel moribundo, sino pleno de vida. No hay fatiga en su cuerpo, sino naturalidad y sosiego. Sin duda en ello radica -aparte de la depurada técnica del cincelado el acierto supremo del anónimo escultor de esta joya que por sí sola da fama a la catedral y a Sigüenza, conocida como la «ciudad del Doncel». El Doncel parece vivo, como si sobre él y en él aleteara, en vuelo impalpable, el espíritu de la España eterna, paradigma y lección de psicología

Capilla del Doncel de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Los pajecillos del frente del famoso sepulcro del Doncel llevan sayos cortos que guardan semejanza con los sayos largos que tienen todavía dos elementos característicos de la moda borgoñona, los dos que más tiempo se conservaron: silueta (torso ligeramente abombado, cintura hundida por detrás y más baja por delante) y el grupo de pliegues regulares delante y detrás.

Este cincelado del epitafio que dice así:

«Aquí yace Martín Vázquez de Arce, caballero de la orden de Santiago, que mataron los moros, socorriendo al muy ilustre señor duque del lnfantado, su señor, a cierta gente de Jaén, a la Acequia Gorda, en la vega de Granada. Cobró en la hora su cuerpo Fernando de Arce, su padre, y sepultólo en esta Capilla año 1486. Este año tomaron la ciudad de Loja, las villas de llora, Moclín y Montefrío por cercos en que padre e hijo se hallaron».

Capilla del Doncel de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

La capilla funeraria de la familia Arce, fue destinada como lugar de enterramiento para estos destacados nobles de la ciudad. Están los padres bajo tumbas yacientes en el centro, el hermano enfrente y otros miembros que por cercanía les correspondía ese honor.

Presbiterio de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Caminamos hacia el centro de la iglesia donde se encuentra el Presbiterio y Altar Mayor. Llama la atención la magnífica reja de hierro forjado del siglo XVII, a expensas del prelado fray Pedro González de Mendoza (1623-1639), hijo del príncipe de Éboli y Ana de Mendoza, duques de Pastrana. Fue ejecutada por los maeses Francisco Martínez y Domingo de Zialceta, rejero vascongado, que la forjaron en el breve tiempo de cuatro años, quedando colocada a mitad del año 1633. Cinco años después se pintó y doró, adicionándole el Calvario que hoy tiene por coronación y que ejecutó maese Juan Rodríguez Soberal. Se escolta desde el transepto por los dos famosos púlpitos de alabastro: el gótico-flamígero de la Epístola, o antiguo «predicatorio», del siglo XV, trazado por Rodrigo Alemán, pues en el año 1496 se queja de que se hiciera de alabastro por el maestro aragonés Gaspar. En su frente se representa la Virgen sobre nave con San Jorge y Santa Elena, alusivos a los títulos de don Pedro González de Mendoza (14681495); y el plateresco del Evangelio, siglo XVI, verdadera obra maestra del seguntino Martín de Vandoma, que lo cinceló, con escenas de la Pasión, en el breve tiempo de diecisiete meses, y a los lados del presbiterio se levantan algunos enterramientos de obispos y personajes relacionados con la catedral. En el muro de la Epístola, sobre la puerta de la nave absidal, el de don Alonso Carrillo de Albornoz, cardenal de San Eustaquio (1424-1434), que murió en Basilea en 1434, durante la celebración del famoso concilio de este nombre, en el que ejerció tanto influjo que, mientras él vivió, los pareceres se mantuvieron unánimes, y se dividieron al ocurrir su muerte. Cuando la nueva llegó a Castilla, estando D. Juan 11 de Castilla (1406-1454) con su corte en Medina del Campo, dice la «Crónica» de Fernán Pérez de Gúzman (1376-1458).

Altar Mayor de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

«La muerte del cardenal fue de gran daño en este tiempo, porque era un hombre muy notable y gran letrado, y servía mucho al rey y sostenía a todos los castellanos que en aquellas partes iban. Hubo el rey de su fallecimiento gran dolor y vistió paños de negro, y ansimesmo la reina y el príncipe y todos los grandes que en la Corte estaban.

Aunque en su sepultura aparece la fecha de 1426, añadida, se estima que se debió ejecutar este sepulcro unos diez años después, por encargo de su sucesor y sobrino don Alonso Carrillo de Acuña (1434-1446).

Se considera obra primeriza, en la que se percibe el influjo gótico-borgoñón. En el frente de la cama sepulcral se representa la historia de San Eustaquio, tratada pictóricamente, a los lados una bella Anunciación, San Pedro y San Pablo, y al fondo los santos Juanes flanqueando la imagen de San Eustaquio. La estatua yacente es de una labor exquisita; es obra debida al cincel de los escultores romanos del siglo XV. Se plantea la posibilidad de su entronque con el taller que gira en torno a Janin Lome (Jehan Lome), de Pamplona, que estuvo al servicio de Juan II de Castilla, por tierras de Castilla.

Púlpitor del Presbiterio de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Los sepulcros contiguos de la parte baja, a la derecha, se abren por dos arcos superpuestos de medio punto el superior y escarzano el inferior, que cobijan sendas estatuas yacentes de sus sobrinos: doña María de Castilla (+ 1448) y de su esposo, don Gómez Carrillo de Albornoz (+ 1441), obras verdaderamente maestras, que justifican la existencia de un taller de escultura en piedra en torno a la casa de Mendoza. En el muro del Evangelio, contiguo a la subida al púlpito, y bajo un arco gótico de varias arquivoltas, con decoración lobulada por dentro y fitomórfica por fuera, yace revestido de pontifical don Pedro I de Leucate, con mitra y báculo.

Reja del Coro de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

En el lado contrario se encuentra el coro con una sencilla sillería que carece de apenas decoración, también está cerrada por una elaborada rejería.

Guirola de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Deambulamos por la girola que nos lleva de capilla en capilla decoradas con multitud de retablos e innumerables obras de arte, en muchos espacios libres sirven para poner un enterramiento para los servidores del catedralicio.

Quizás el espacio más importante es la Sacristía obra de las más importantes del Renacimiento español. Su diseño se debe a Alonso de Covarrubias, y su ejecución a diversos maestros: Francisco de Baeza, que se documenta su intervención como aparejador; Nicolás de Durango (1535); el maestro seguntino Martín de Vandoma (1554), etc., entre ellos.

Consta de una suntuosa portada renacentista, erigida en 1573, en la que intervienen los entalladores Juan y Pedro de Buega (1592-1593), bajo la dirección de Juan Sanz o Sánchez del Pozo (1571-1572), con columnas adosadas sobre altos pedestales, y se completa con varias hornacinas conteniendo esculturas de apóstoles. Los batientes de las puertas, de nogal, con tallas platerescas, con diversas santas, son magníficos bajo la dirección del maestro seguntino Martín de Vandoma. El interior se forma por una estancia, dividida en cuatro tramos, de planta rectangular. Su bóveda es encañonada y sorprende por la extraordinaria decoración del techo. Se cubre con centenares de casetones con 304 cabezas grandes y expresivas y más de 3000 en menor tamaño, a base de rostros sobre medallones, rosas y angelotes. Una serie de enjutas en los arcos laterales, del friso, etc., componen un conjunto iconográfico y ornamental único en España.

Sacristía de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Las cajonerías son de nogal con tallas platerescas, obra del maestro seguntino Martín de Vandoma.

Desde este espacio se accede a la Capilla del Espíritu con una portada, muy ornamentada, con arco de medio punto y reja bellísima, de hierro forjado, obra de Hernando de Arenas (1561), que no hizo la traza, sino que trabajó según dibujo ajeno, del famoso Xaimete o Xamete, que vivía en Cuenca y hacía dibujos por encargo para altares y monumentos. Es muy probable que no fuera esta la única traza que Xaimete dibujara a Arenas, ya que existe gran semejanza entre esta reja y la de la capilla de la Asunción de la catedral conquense, por lo cual debe ser aproximadamente de la misma época.

Sacristía de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Esta capilla de las Reliquias y del Espíritu Santo, del siglo XVI, es de planta cuadrada, con interesante y complicada decoración plateresca en los muros, rematando en una bella cúpula hemiesférica sobre pechinas, y toda ella profusamente exornada con telamones, cariátides, tallas-relicarios de santos, apóstoles, evangelistas, profetas, sabios y altorrelieves, etc. Esta pieza es del maestro seguntino Martín de Vandoma, con quien colabora fundamentalmente maese Pierres (1524-1566), ejecutando las alegorías de la Ciencia, la Piedad, la Caridad y la Fortaleza, destacando las magníficas esculturas que decoran y realzan el monumentalismo de esta capilla, que es obra sumamente característica del manierismo.

Claustro de la Catedral de Sigüenza en Guadalajara

Llegamos al claustro que está muy modificado, pero no está exento de interés artístico. En el refectorio y en la sala capitular se han colocado una maravillosa colección de tapices de Bruselas propiedad del obispado. En otra de las salas podemos ver uno de los cuadros de El Greco de la Anunciación que llegó hasta aquí por variopintas historias. Es un tema muy tratado, representa la escena de la Anunciación en el momento de la aparición del arcángel San Gabriel a la Virgen María.

Hemos visitado más de tres veces Sigüenza y no recordamos cómo se presenta al público en la actualidad la Catedral, es un verdadero museo bien gestionado, no recuerdo haber visto al doncel con esa claridad de luces.

Cuando viajamos por Francia y algunos países luteranos vemos la cantidad de aberraciones que durante la historia se han realizado sobre el arte religioso, en la mayoría de los casos es el único que mayoritariamente ha llegado a nuestros días. Si quieres conocer cuál era la fisonomía de un hombre en la edad Media, por poner un ejemplo, es gracias a este tipo de Museos, aunque la mayoría estén en el interior de edificios religiosos.

Museo Diocesano de Sigüenza en Guadalajara

A la salida está el museo Diocesano (GPS N 41.068106 W 2.641605), situado Plaza Obispo Don Bernardo, 19250 Sigüenza, Guadalajara, que entraba en la visita conjunta de la catedral. Ubicado en un bello palacete neoclásico, del siglo XVI, conocido como “Antigua Casa de los Barrena”

Nos encontramos otro museo de arte religioso digno de mención. Nos gusta porque han organizado la exposición para enfrentar diferentes obras con el mismo argumento en diferentes años, artistas o estilos.

Descendimiento Museo Diocesano de Sigüenza en Guadalajara

De esta forma podemos ver dos Descendimiento con una diferencia de 60 años que parecen han sido pintados con más de 300 años. Uno es el más antiguo y se ve a Nicodemo como sujeta el cuerpo de Jesús, en realidad es la cara del donante que quiere quedar reflejado para la posteridad.

El otro cuadro enfrentado es de Ticiano, aquí Nicodemo sujeta de la misma forma a Cristo, pero en este caso es el propio Ticiano quien se hace un autorretrato, evidencia que ya no es el protagonista del cuadro y que está allí como un recurso pictórico.

Inmaculada de Zurbarán Museo Diocesano de Sigüenza en Guadalajara

Podemos ver una Inmaculada de Zurbarán que es un canto a la ciudad de Sevilla y no sé tiene claro cómo llegó a Sigüenza.

San Elías de Salzillo en el Museo Diocesano de Sigüenza en Guadalajara

No puedo dejar sin mencionar la obra barroca de Salzillo, representa al profeta de San Elías, dónde la escultura es una maravillosa obra de arte por la minuciosidad de los detalles dentro del tamaño, los pies hinchados, las venas de los brazos, la barba puntiaguda y la mirada pérdida, difícil de imitar.

El resto del museo es un repaso del arte con 200 obras que abarcan más de 1200 años de la historia del arte.

Plaza Mayor de Sigüenza en Guadalajara

Pasamos por la plaza Mayor (GPS N 41.068218 W 2.640736) en el Mesón Los Soportales y aprovechamos para reservar mesa donde vemos que el menú es más apañado y económico, 19 con postre y bebida.

Nuestro siguiente movimiento es calle arriba de la principal vía o calle Mayor quien conozca Sigüenza sabe de qué hablo.

Iglesia de Santiago de Sigüenza en Guadalajara

Hacemos bomba y nos presentamos por arte de magia delante de la puerta de la iglesia de Santiago (GPS N 41.066448 W 2.6410156), situado en en la calle Mayor 37.

Iglesia de Santiago de Sigüenza en Guadalajara

Su portada es una joya del románico que quedó prácticamente arruinada durante la Guerra Civil, luego no se prestó la atención necesaria y estuvo a puntito de desaparecer.

Fue desacralizada y ahora es un Museo del Románico de la provincia de Guadalajara. Del edificio antiguo se ha conservado todo lo posible, excepto las cubiertas y todo el cerramiento. Han aparecido algunos frescos góticos ocultos y se presentan los restos de las excavaciones arqueológicas.

En el interior destaca el presbiterio del siglo XII que se conecta a la nave por un arco apuntado con sus correspondientes dobles columnas. El presbiterio es del siglo xii y consta de una bóveda de crucería en piedra y clave policromada, ventanas románicas, suelo de piedra del siglo XII tapado por suelo cerámico y descubierto en las excavaciones del año 2017, un banco de piedra corrido, la subida a la torre de campanario y un Yugo o Melena de campana el cual tiene tallado la concha de Santiago. Bajo este se encuentra una cripta con bóveda de cañón apuntado a la cual no se tiene acceso desde la propia iglesia.

Iglesia de Santiago de Sigüenza en Guadalajara

Uno de los elementos más preciados de esta iglesia fue el retablo que fue incendiado tras la guerra civil, una vez retirado se encuentra una gran pintura en el presbiterio de la iglesia perteneciente al siglo xv, es decir, antes de que las clarisas se asentaran en la iglesia. En la pintura se puede apreciar tras su restauración a pesar de estar deteriorada la figura de cuatro ángeles.

Desde aquí volvemos al restaurante Mesón Los Soportales para degustar el menú acordado: ensaladilla, lomo de ternera y cuajada con miel de la Alcarria.

Otra vez bomba para ir por la empinada calle Mayor y nos toca subir hasta el castillo, hoy Parador de Turismo, según nos indican en Oficina de Turismo no permiten la entrada al patio de armas.

Parador de Sigüenza o Castillo de los Obispos de Siguenza (GPS N 41.0647283 W 2.641522). Pese a lo leído nosotros entramos y nadie nos dice nada, llegamos al patio de armas para poder fotografiarlo en entera libertad, considero que algunos paradores de turismo están levantados en edificios históricos que trascienden del negocio turístico y su parte principal tiene que ser disfrutado con entera libertad por todos los españoles.

Castillo de Sigüenza en Guadalajara

Aprovechamos para visitar la cafetería y probar sus magníficos cafés blanco y negro, precio 5 euros.

Museo de Antonio Pérez de Sigüenza en Guadalajara

Bajamos hasta la plazuela de la Cárcel donde se encuentra el Museo de Antonio Pérez, dedicado a mostrar su obra en El Centro de Arte ‘La Plazuela'. Parte de su obra es buscar objetos en basureros para enmarcarlos y convertirlos en obras de arte porque lo único que modifica es la mirada del espectador.

Casa del Doncel de Sigüenza en Guadalajara

El siguiente punto es la casa del Doncel o la casa de la familia Vázquez de Arce, es en esencia una casa mudéjar donde se han descubierto cenefas con yeserías de escrituras cúficas, destacan tres arcos de distintas estancias de estilo mudéjar.

Iglesia de san Vicente Mártir de Sigüenza en Guadalajara

En la misma calle podemos ver la fachada de la iglesia de san Vicente Mártir, destaca su portada románica y su torre que se ve desde cualquier lugar de la ciudad. Vemos que la misa empieza a las 19,30 horas, pensamos en volver dentro de unas horas.

Puerta de Hierro de Sigüenza en Guadalajara

Continuamos descubriendo la ciudad y sus principales calles, llegamos a la Puerta de Hierro Pertenece a la Muralla urbana. Está formada por un arco de medio punto flanqueado por dos cubos de mampuesto. Sobre la hornacina, se encuentra una imagen de la Inmaculada Concepción.

Llegamos a la calle de la Sinagoga, La presencia judía en la ciudad está documentada desde 1124 hasta 1492, cuando los judíos hispanos o sefarditas fueron forzados a elegir entre la conversión al Catolicismo o su expulsión del país. En ese lapso de tiempo se convirtieron en una comunidad próspera que se consideraba muy afortunada de vivir en lo que hoy constituye la provincia de Guadalajara. Allí gozaban de una libertad que hacía tiempo que había desaparecido del resto de España, bajo la protección del Señor de la Ciudad, que era su Obispo.

Poertal Mayor de Sigüenza en Guadalajara

Llegamos a otra de las puertas o Portal Mayor. Es uno de los antiguos accesos del siglo XIV.

En la cara interior hay una hornacina con la imagen de la Virgen de la Victoria y sobre el tejado de tejas rojas un pequeño campanario de espadaña.

Iglesia de San Vicente de Sigüenza en Guadalajara

Bajamos hasta la plaza Mayor donde se encuentra el ayuntamiento, decidimos sentarnos para esperar ver una de las iglesias que nos faltaban, san Vicente.

Por tercera vez subimos la calle Mayor y bomba todo seguido con la lengua fuera hasta la iglesia de san Vicente afortunadamente vemos al párroco y nos permite ver su interior mientras preparan la celebración de hoy.

San Vicente es una iglesia puramente urbana, encastrada en la trama de la ciudad y flanqueada por edificaciones civiles en todos los flancos. De su fachada destacan las arquivoltas profusamente decoradas del pórtico y la imagen gótica de la Virgen, conjunto enriquecido por una curiosidad arquitectónica: la extraña combinación de la portada y el arco que la cobija, absolutamente descentradas por razones técnicas. No ocurre así con la Virgen que, según el pensamiento popular, se encuentra en ese lugar para ser vista por quienes enfilan la calle San Vicente. Los capiteles del conjunto presentan hojas muy estilizadas y un taqueado bastante moderado. En el interior sorprende la ligereza de la estructura sin apenas apoyos, la escalera de caracol que asciende a la torre y el rosetón. En el altar merece lapena detenerse en el Cristo crucificado policromado de los siglos XII-XIII.

Dedicatoria de Pio Baroja de Sigüenza en Guadalajara

Poco más podemos hacer, solamente bajar en dirección a la estación de tren y esperar a las 20,33 horas llegue el convoy desde Soria. Llegamos a Madrid pasadas las 22,00 horas

 

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© Fotografías y textos son propiedad:

Ángel López

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