La plaza de san Agustín de Toro se halla sobre lo que fue el primer recinto amurallado, se abría a los arrabales a través de la desaparecida Puerta de San Román.
Testigo del antiguo esplendor de la puerta son los restos del Alcázar, ahora la visita es obligada porque desde este punto se disfruta de uno de las panorámicas más impresionantes de toda Castilla. |