La casa de Anna Frank, está en la calle de Prinsengracht 263-267. La historia este emblemático lugar de la ciudad de Ámsterdam comienza cuando los padres de Ana Frank se casan; Otto Frank y Edith Holländer contraen matrimonio el 12 de mayo de 1925 en la ciudad de Aquisgrán (Alemania), en su viaje de bodas se marchan a San Remo (Italia) a los nueve meses nace su primera hija, la pusieron el nombre de Margot Betti. Eran judíos liberales y no se preocupaban mucho de la religión aunque Edith frecuentaba los círculos de la sinagoga.

Eran alemanes acaudalados y tenían un banco y un comercio de minerales y se sienten alemanes, pero la crisis llega a Alemania con la perdida de la Primera Guerra Mundial por las cuantiosas indemnizaciones de guerra. Una parte de la sociedad culpa a los judíos del desastre económico, los Frank pierden el banco.

El caldo de cultivo esta servido para que el Partido Nazi se haga con las elecciones en Alemania La victoria del partido NSDAP es nombrado canciller Adolph Hitler que pidió a la nación un plazo de cuatro años para mejorar la situación.

En el año 1933 deciden emigrar a Holanda donde nombran Otto director de la Compañía holandesa de preparación de mermeladas Opekta, se traslada con su mujer, y sus dos hijas las deja al cuidado de su abuela. Unos meses más tarde las hijas son llevadas a Ámsterdam con sus padres.

La primera casa donde se instalan es en la plaza de Merwedeplein, es un barrio nuevo donde están llegando refugiados judíos que proceden de todos los rincones de Alemania.

Otto se asocia con otra familia refugiada alemana, Hermann y Aguste van Pels, qué tiene un hijo llamado Peter, y forman una empresa basada en los conocimientos de ambos.

La persecución de los judíos se extiendo como la pólvora por toda Alemania lo que hace que la abuela Hollander tenga que abandonar Aquisgrán y consigue emigrar a Holanda en casa de los Frank pero moriría a los dos años.

El ejército alemán ocupa Polonia y posteriormente en mayo de 1940 ocupa Holanda, Bélgica y Francia. Entre las consignas es la identificación de todos los judíos de los territorios ocupados. En Holanda se contabiliza un registro con más de 140.000 judíos.

Después de muchos registros y aislamientos de la comunidad judía, los alemanes desarrollan un método que ellos llamaron «la solución definitiva al problema judío» en definitiva se trata de la eliminación sistemática pero aprovechando su mano de obra. Se envían desde todo los territorios ocupados a los campos de concentración, la mayoría de ellos, situados en Polonia.

El 5 de julio de 1942 Margot (la hermana) es convocada por los nazis para integrarse en el programa de trabajo para los residentes judíos establecidos en Ámsterdam. Ante el estrechamiento del circulo a la familia los padres deciden pasar a la clandestinidad.

Diseñan un plan para refugiarse en la casa trasera de la fábrica de conservas. El día 6 de julio de 1942 a las 5,30 horas se levantan y se visten con toda la ropa que pueden llevar consigo, pese al calor del verano, a las 7,30 la familia abandona la casa oficial situada en Merwedeplei y se marchan a pie a las casa de atrás del edificio de Prinsengrach donde se encuentra la empresa de Otto Frank.

Abandonan la vivienda y la dejan como si hubieran huido apresuradamente, una semana después también su socio Hermann Van Pels y su familia hacen lo mismo y se incorporan a la casa clandestina, unos meses después Fritz Pfeffer decide incorporarse al escondite. Las personas que velaran por los escondidos y saben de su situación son personas de total confianza de Otto Frank, la situación de clandestinidad de los ocho refugiados se mantendrá en el tiempo durante más de dos años.

Las personas de confianza trabajaban en la empresa en la zona administrativa y eran Miep Gies-Santrouachitz, Jo Kleiman, Victor Kuger, Ben Voskuijl, en la zona del almacén trabaja como jefe el padre de Ben, Johan Voskuijl y varios mozos. En el almacén se hace el trabajo físico de las dos compañías, allí se muelen las especias para Gies & Co y se organizan la distribución de los productos Opekta.

El problema empieza cuando 1943 Johan Voskuijl cae enfermo y muere, es sustituido por Willem va Maaren que ya no tiene la confianza de los clandestinos, no esta al tanto de que en la casa de atrás haya gente escondida pero es muy curioso y empieza a sospechar. En 1948 se hizo una investigación judicial para saber si había sido la persona que los había delatado y en 1963 se amplio pero nunca se llegó a conclusiones de su participación.

Una vez que el personal se ha marchado, los refugiados salen de su escondite y ocupan la parte de la empresa, principalmente el despacho del director que se encuentra en el primer piso, debajo del refugio. Al caer la tarde los refugiados utilizan el despacho privado para bañarse y escuchar la radio.

En el despacho principal de la oficina todos están al tanto de la situación de los refugiados y su ayuda es primordial para los refugiados. Durante el trabajo diario tienen que llevar la mayor normalidad posible. El personal de la oficina llega a trabajar a las nueve de la mañana, mientras en el almacén entrar a trabajar a las 8,30, durante esa media hora no tiene que oírse el menor ruido, los de dentro lo saben y tratan de estar inmóviles. Cuando llegan a la oficina los que se encuentran en el piso pueden levantarse porque en el almacén pensarían que el ruido corresponde con el personal de la oficina. A las cinco y media cuando se cierra el almacén se da la voz para que los refugiados puedan salir.

Miep Gies es la encargada de abastecer de comida a los escondidos en una ciudad que cada vez es más difícil encontrar ciertos alimentos, todos los días acude al trabajo con la bicicleta repleta, principalmente de pan y alguna verdura.

El 21 de agosto de 1942 el escondite se convierte en un refugio, el señor Kugler instala una estantería con libros delante de la entrada al piso, se trata de una biblioteca giratoria en lugar de la puerta.

Los muebles de la casa se presentan vacíos porque fueron requisados por los alemanes tras su detención. En el cuarto de estar del piso quedaron las marcas que indicaban su crecimiento de Ana (trece centímetros) y su hermana Margot (cinco centímetros) en una de las jambas de la puerta.

Ana comienza a escribir su diario y de estas letras se saben las actividades que tenían en el interior, algunas reflexiones sobre si misma, las continuas discusiones que tienen en el interior de la casa, cuando les padre les reprende por abren los grifos de el agua o cuando pasean en horarios comerciales.

También sabemos que para utilizar el único retrete tenían que hacerlo mediante un sistema de turnos y fuera de los horarios comerciales para evitar los ruidos porque se escuchan en el almacén.

Mirar por las ventanas de la casa de atrás es peligroso. Respirar aire puro durante el día también lo tienen prohibido, desde uno de los huecos de la escalera se tiene una visión indirecta de la iglesia y seguro que durante las noches llega un soplo de aire fresco. Al principio durante las noches se dejaban entornadas las ventanas pero se llega a la conclusión que esto también es peligroso por los ruidos, comprueban que hasta las camas durante la noche rechinan los muelles.

El día 4 de agosto de 1944 entran en el edificio tres inspectores, miembros del SD, el servicio de la seguridad alemana, al mando del sargento mayor Kart Silberbauer, apuntando a Jo Kleiman para que les enseñara la vivienda oculta.

Los ocho escondidos y dos de los protectores Jo Kleiman y Víctor Kugler son trasladados al Servicio de seguridad del ejercito alemán, situado en la calle Euterpestraat de Ámsterdam, estos últimos son trasladados a un campo policial de transito por colaborar con los judíos. Los escondidos son trasladados al asentamiento de Westerbork en un tren normal.

El día 6 de septiembre de 1944 los ocho escondidos llegan a Auschwitz donde se dedican a los trabajos forzados. Hermaan Pels se pone enfermo y es llevado a la cámara de gas, tiene 54 años. Fritz Pfeffer después de la llegada a Auschwitz, en octubre de 1944 se presenta voluntario para el transporte de médicos y va a parar al campo de Neuengamme, cerca de Hamburgo, se pone enfermo y fallece en la enfermería del campo el 20 de diciembre de 1944, a la edad de 55 años. Edith Frank-Holländer termina en el campo de concentración mas duro de Auschwitz-Birkenau en compañía de sus hijas Ana y Margot, después de la cuarentena las tres terminan en el mismo barracón, las niñas son trasladadas a Bergen-Belsen y Edith se despide de ellas. La madre ingresa enferma en la enfermería y fallece el 6 de enero de 1945, a la edad de 44 años.

Las dos hermanas son trasladadas al campo en Alemania porque las tropas rusas han llegado a Polonia y son seleccionadas para un transporte a Bergen-Belsen para seguir trabajando. Las condiciones de ese campo esta al limite y las enfermedades contagiosas se hacen dueñas de los reclusos. Unos meses después, en marzo de 1945, Margot Frank fallece a causa del tifus, a la edad de 19 años.

Ana Frank vive cuatro meses en el campo de Bergen-Belsen, muere del tifus en marzo de 1945, a la edad de 15 años, unos pocos días después de su hermana Margot y unas pocas semanas antes de la liberación del campo de concentración.

Auguste van Pels llega a la estación de Auschwitz y es separada de su esposo y su hijo, el 26 de noviembre de 1944 es traslada también al campo de Bergen-Belsen, donde vuelve a reencontrarse con Margot y Ana Frank, es trasladada a Theresienstadt y fallece en el camino en mayo de 1945, a la edad de 44 años.

El hijo Meter van Pels permanece en Auschwitz en compañía de su padre y presencia el momento en que es conducido a la cámara de gas. Tiene destino en el servicio postal, antes de abandonar el campo los alemanes es trasladado en un camión a Mauthausen el 25 de enero de 1945, allí muere el 5 de mayo del mismo año, el mismo día de la liberación, a los dieciocho años de edad.

De las ocho personas que se refugian en la casa de atrás, sólo Otto Frank sobrevive al nazismo. Tiene que soportar los duros trabajos forzados en el campo de Auschwitz, enferma y el médico le manda a la enfermería, el 27 de enero de 1945 es liberado por las tropas soviéticas. Otto se encuentra entre los 7.650 prisioneros abandonados a su suerte.

Llega a Holanda en junio de 1945 y Miep Gies le entrega los escritos de Ana con las palabras «He aquí el legado de su hija Ana». Después contrae matrimonio con Fritzy Geiringers con la que tiene una hija, muere en 1980, a los 91 años de edad.