El edificio fue construido por el arquitecto holandés Pierre Cuypers que conmino elementos góticos y renacentistas y decoró sus fachadas con esculturas que hacen referencia al arte holandés. Es una de las edificaciones de la Plaza de los Museos “Museumplein”, una de sus características es que por el centro hay una calle por donde circulan peatones y ciclistas, como si fuera una puerta medieval de entrada a la ciudad de Ámsterdam, hasta aquí la parte clásica, pero en el año 2003 sufrió una amplia rehabilitación bajo la dirección de los arquitectos españoles, Cruz y Ortiz fueron los ganadores del concurso internacional fallado del 2001.

El lema del nuevo proyecto ha sido Cuypers para el siglo XXI dotando a las galerías de una luz natural y la creación de nuevos espacios museísticos. Además se ha actuado en los jardines manteniendo el diseño original de Cuypers.

Uno de los grandes tesoros del Museo Rijksmuseum de Ámsterdam es el dedicado a la Pintura Gótica en especial a la holandesa. No esta claro cuando cronológicamente se produce el abandono de los conceptos románicos en los pintores medievales porque no hay una frontera pero si sabemos como la pintura sufre una evolución porque a lo pintores les gusta trabajar con la belleza de sus figuras y empiezan a jugar con la combinación de las luces y sombras, se tienen en cuenta los ropajes y las distintas superficies, con el color y el volumen, las expresiones de las miradas y el movimiento. El artista interpreta las formas del cuerpo que son captadas y moldeadas por una luz suave, todo se encauza para hacer objetos bellos. La duda principal de este movimiento es pintar temas terrenales para conseguir una conexión con la vida divina.

En Holanda más en concreto no hay un desarrollo gótico apreciable hasta el siglo XIV. Estas pinturas se realizan sobre tablas sobre la que se emplea la nueva técnica del óleo. Los pintores son conscientes del cambio e interpretan la propia concepción del mundo y las transmiten mediante la pintura. Aunque, no solamente es un tema abierto porque en esta corriente se refleja la apertura referida a los hombres, objetos y paisajes, sin embargo, al igual que en el resto del mundo esta subordinada a la religiosidad.

La interpretación de los nuevos conceptos puede llegar a parecer una auténtica herejía como, por ejemplo, una aureola de santidad se difumina ante una pantalla de una estufa, o cuando se pinta a una Madonna amamantando a un niño posando para el publico. Los pintores no pretende incurrir en una falta de respeto, por el contrario lo hacen porque tienen un nuevo concepto religioso. El artista intenta aplicar a su obra un carácter terrenal tan verdadero como el divino.