En la Capital Hanoi situada dentro de un amplio jardín, en la parte posterior del palacio presidencial. Es un camino agradable sobre guijarros, confinado entre árboles de mango, nos conduce a una casa sobre pivotes elavados para aislar del suelo, era la residencia del tío Ho y se convirtió en su oficina a partir de mayo de 1958 hasta su muerte.

El perfume de las flores y rosas de jazmín, esta omnipresente en toda la zona. En la parte posterior está un jardín con árboles frutales, donde el árbol frutal numero cien, fue donado por la gente de la parte meridional del país. En el año de 1954 se dispusieron soportes entre las dos primeras líneas de árboles anaranjados Hai (colgados). Otros árboles valiosos que pertenecen a más de 30 especies que fueron provistas por el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de la Selvicultura, con árboles de varias provincias que representan la gran amplia variedad de árboles que crecen en Vietnam. Hay también árboles importados de países extranjeros, tales como los árboles de Ngan Hoa, arbustos de color rosa en miniatura, árboles de areca, árboles de bambú, del Caribe, budistas. Hay docenas de variedades de orquídeas que cuelgan maravillosamente de los árboles que florecen durante todo el año. 

Mucha gente sabe la historia de cómo el tío Ho vino a vivir en una casa pequeña o más bien un magnifico pequeño palacio. Ho Chi Minh no le gustaba las casas grandes y la vida cómoda. Él tenía 21 años en 1911 cuando emprendió una vida nómada, a la búsqueda de soluciones para su país. A los 30 años volvió a Vietnam en 1941. Él condujo la revolución contra el colonialismo y otorgo la declaración histórica de los países en conflicto en el tratado de independencia de Ba Dinh, en Hanoi, el 2 de septiembre de 1945. Los franceses no llegaron aceptarlo y forzaron la vuelta de Ho a las montañas del noroeste. Durante la guerra de resistencia el tío Ho volvió a la forma de vida nómada para evitar su captura, vivía de forma oculta en pequeñas casas de madera y cambiaba de residencia una vez al mes.Cuando se termino la guerra en el año de 1954, el partido, el gobierno y el propio Ho Chi Minh  se volvieron a la capital Hanoi. Pero el tío Ho evita las formas y modos de la autoridad, se convierte en un hombre igualitario y verdadero. Él elegía para vivir una vida simple, los usos en las ropas era lo más austera posible con ropa de algodón marrón y sandalias de goma hechas de neumáticos de coche, y vivía en una cabaña de trabajadores fuera de la parte posterior del palacio presidencial.

En 1958, el tío Ho vuelve a visitar la zona donde había vivido anteriormente en los años de la guerra. Él indica que desea una casa similar como residencia oficial, este comentario es llevado a cabo, el partido designa un arquitecto del ejercito para que diseñe una casa como él tío Ho había indicado. En el diseño inicial, la casa tenía tres cuartos incluyendo el tocador.  Él quería que fuese una casa lo más real posible a las originales en las que había vivido, la casa debía de tener dos habitaciones sin baño, él da el visto bueno al arquitecto que la termina la obra el 17 de mayo de 1958, tenia dos cuartos de 10 metros cuadrados cada uno. Él vivió y trabajó allí durante los 11 años restantes de su vida. Hoy, se han preservado la casa sobre zancos, con sus muebles para dar a conocer como era su vida en los años 60. En la planta baja de la casa de Ho Chi Minh, recibiría ilustres visitantes y a miembros del partido políticoEn el centro de la casa está una mesa larga con sillas de madera y bambú alrededor de ella, en la esquina izquierda, hay una butaca rota para sentarse y leer que el tío Ho utilizaba. En la otra esquina, hay tres teléfonos. Él hablaba con la oficina política, el departamento de Estado y otras instituciones, Él utiliza un casco de acero durante los años de la guerra americana.  En la esquina derecha, tenía un acuario con el pez oro para divertir a los niños que le visitaban.  Los dos cuartos de la casa zancos, tiene un equipamiento escaso. Uno, el dormitorio, contiene solamente una cama y un guardarropa. El otro, el estudio, una mesa, una silla y un estante.  Sus necesidades eran las justas y necesarias.  Él tenia en los techos un ventilador de la hoja de palma, un ventilador de papel marrón, un mosquitero de bambú, un pequeño frasco termo, una botella de agua, una radio fija, regalada por los ciudadanos vietnamitas que Vivian en Tailandia, y un ventilador eléctrico pequeño, un regalo del partido comunista de Japón.  Una campana de cobre amarillo colgaba en la puerta.  En la casa, el tío Ho recibió a cuadros del partido, a niños y a sus amigos de revolución. 

Él pasaba el día escribiendo artículos revolucionarios animando a la gente buena para que hicieran buenos hechos, y también escribió documentos de gran valor histórico sobre tareas políticas importantes tales como su llamada en 1966 contra imperialismo de los EE.UU. para la salvación nacional. Las plantas y los árboles fueron creciendo en el área alrededor de la casa, pues el tío Ho era un poeta con un gran amor por los animales, la naturaleza y también los animales  domésticos. El jardín se confina con unos hibiscos, y la puerta esta llena de plantas que trepan, estampa típica de Vietnam rural.El jardín delantero esta adornado con pequeños arbustos de jazmines que desprenden aromas y fragancias, mientras que en la parte posterior, hay un soporte con árboles de la fruta estrella del sur del país. También hay en tiempo de floración se llena del colorido de los mangos, con flores blancas, y de orquídeas. Él tío Ho practicaba regularmente para su seguridad artes marciales y Tai Chi en el jardín, también en ese lugar es donde él condujo una vez a la gente que cantaba la famosa unidad, como un director  de una verdadera orquesta.Delante de la casa está su charca donde alimentaba a los peces con gran cuidado. Él solamente aplaudía con sus manos y los peces acudían a recibir el alimento.

La casa revela claramente su humildad, su erudición y amor simple de la naturaleza. Como primer ministro Pham Van Dong escribió una vez: "no es simplemente un paisaje, sino una manera de vivir; habla de una alegría que no tiene precio para la civilización actual que aparece privada de vida, con sus mega ciudades contaminadas  y apartamentos, con sus torres que se estorban unas a otras”.

Hoy, los visitantes se reúnen en la casa para recordar que clase de hombre era el tío Ho, y celebrar en su memoria  que era un hombre de un intelecto sofisticado, sobre todo en los placeres más simples, con unas ideas revolucionarias, pero siempre con una disposición pacifica que propuso al mundo.