La capilla de la Virgen de los Dolores se encuentra asimismo en la nave de la epístola y, como su nombre los indica, cobija una talla de madera de esta Virgen, de tamaño natural. De autor anónimo, data de fines del siglo XVIII y fue donada a la Archicofradía en 1941 por el anticuario malagueño Antonio Pons y Ramírez de Verger para reemplazar a la imagen titular primitiva —una Dolorosa atribuida a Pedro de Mena y adquirida en 1675 para la Hermandad — perdida en los trágicos sucesos de 1931.