La estampa que me ofrece la Skala del puerto es un mar de barcas azules amarradas que se mueven y contornean según llega la entrada de la marea al puerto. Las gaviotas están atentas desde las viejas murallas para recoger a los peces que los pescadores desechan, en las barcas se quedan con pescado que no pueden sacar los estibadores y allí lleva a las oportunistas gaviotas que aprovechan el continuo descuido.
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