El viejo castillo fue construido en el siglo XII sobre una de las colinas más elevadas de toda la región (245 m.) con el fin de asegurar el control de la ruta desde el oeste al sur.

El castillo forma un conjunto de fortificaciones que unen los flancos de la colina, nada más traspasar la puerta principal se llega a la plaza de armas que esta rodeada de doce torres en su interior se encuentra la torre del homenaje muy común en el tipo de castillos de la región de Bretaña.

La torre del homenaje tiene forma rectangular y esta unida a un tramo de las murallas fortificadas, en sus ángulos tiene las torres semicilíndricas desde cualquiera de ellas se divisa una parte importante de la región. En la actualidad la torre tiene 26 metros de alto y en su interior esta dividido en varios niveles. La primera planta esta decorada con vestigios encontrados de piedras de molinos, armaduras de la época; en el segundo nivel se encuentran las habitaciones de los señores feudales con una amplísima chimenea para calentar los inviernos. Una escalera de caracol nos conduce hasta la estancias superiores, estas, están peor conservadas habiendo desaparecido los tramos del suelo de madera, estando los muros completamente diáfanos, habiéndose quedado al descubierto la techumbre de la torre, quedando colgados las chimeneas de las paredes de los pisos, los ventanales, habiéndose conservado los arcos de las medianerías de piedra, pudiéndose ver los vestigios de las decoraciones de los capiteles donde aparecen distintos modillones con caras humanas.