Es uno de los edificios representativos junto con el edificio construido para la empresa Lloyd,s de Londres, de lo que se conoce como el movimiento “ high tech” o estilo tardomoderno , hijo directo del racionalismo pero consistente en la exageración de "los valores tecnológicos".

Es necesario para entender el sentido integral del Centro Pompidou, como se ejecuta el proyecto ante un autentico debate que mantenía la arquitectura de las últimas décadas del siglo XX. También es necesaria su comprensión desde el espacio derivado para la concepción del museo que este edificio propone.

Durante los pasados años 70 es el escenario en el cual comienzan a manifestarse en todo el mundo las diversas posturas posmodernas que tendían a una actitud crítica de la arquitectura surgida del movimiento moderno. Choca con el proyecto que proponen estos dos arquitectos que se apoyan más aún en una arquitectura con grandes innovaciones tecnológicas

Mientras el mundo de la época sufre una crisis energética por la subida del petróleo estos arquitectos juzgan que este proceso será pasajero y no debe de afectar al contenido de los materiales utilizados, ni tampoco a la concepción total del edificio. Prevalece una actitud deliberadamente expresionista, que se asemeja a las utopías de la década anterior. En este sentido el "High Tech" - nombre con el cual se conoció a esta actitud, es el heredero tanto de la "arquitectura de sistemas".

Las tuberías de instalaciones, las escaleras, los ascensores y "todo lo que no es espacio" se construye en el exterior, a la vista, como si se tratase en realidad de un ser vivo "dado la vuelta" con todas las venas por fuera. Como si retratase de una autentica fábrica. La osadía de la concepción, la mágica utilización de los materiales y la perfecta integración de las conducciones de servicio  (cada color corresponde a una prestación: en verde se pinta las tubería por donde circula el agua, al azul esta destinado a la circulación del aire acondicionado, el color amarillo para los conductos de electricidad, etc.) lo han convertido en un símbolo de la nueva arquitectura.

Hay quien dice que el estilo “tardomoderno” también es llamado “tecnomoderno” recurre a la exteriorización de las estructuras puede parecer una simple expresión estética, pero más bien obedece a la estética de este estilo que más bien es fruto de un planteamiento racionalista, en el que se trata de obtener el mayor espacio posible en el interior y a la vez facilitar el acceso y control de las instalaciones, unido a disponer del altar mayor para la exposición museística es como dejar lo sublime y autentico para el interior y lo banal y accesorio para el exterior. Se trata de dar la vuelta al concepto de las antiguas catedrales donde lo importante era la fachada exterior que trata de sobresalir del conjunto. Aquí se produce lo contrario lo importante es la intención del interior y da igual su aspecto exterior sí consigue su efecto. Es un ejercicio de sinceridad en la arquitectura como el que se produce en las fábricas, pues todos los elementos que las conforman están presentes para cumplir una función específica, que en el caso concreto de la planta química y centrales eléctricas ni tan si quiera se esconde.

Una de las grandes apuestas del edificio fue la irrupción en una plaza pública cuadrada y otra también era la de dotar de un mínimo de 90.000 m2 como exigía la memoria del proyecto, lo que conducía a proyectar una obra en altura. La decisión para poner la estructura y servicios en el exterior fue conducida sobre todo por la necesidad de la flexibilidad interna, el esquema proporcionó extensiones enormes del espacio ininterrumpido en pisos abiertos casi 50 metros de profundo.

El sistema estructural es una superestructura de acero apoyada y expuesta con los pisos concretos reforzados. Los servicios externos dan a la escalera por el exterior de las fachadas, mientras que movimiento y del acceso es proporcionada escaleras móviles que, como los servicios, se colocan todo ello fuera del edificio.

El edificio como museo es semejante a un gran container vacío y muy polivalente, moldeable según las necesidades de cada evento, y rodeado por una envoltura tecnológica compuesta por los sistemas técnicos que sirven a ese gran espacio: la piel de vidrio con sus vigorosas estructuras metálicas de soporte, los conductos y equipos de acondicionamiento de aire y las escaleras mecánicas que conectan los diversos niveles del edificio. Algunos críticos de la obra consideran que lo mejor para su disfrute hubiera sido dejarlo totalmente vació y contemplarlo cono una obra inacabada, simplemente para ver su interior y su proyección exterior del paisaje de París.

Otro aspecto a destacar es la gran implicación pública del gobierno francés, ha sido muy positiva para lograr el éxito del edificio. La plaza grande, pavimentada, que se inclina es anfitrión al teatro y música de la calle, los juegos, las reuniones, los desfiles y las exposiciones temporales. Esto ha tenido un efecto regenerador significativo en la vecindad circundante. Al este, el centro linda la calle, reforzando el patrón urbano existente. Es una prueba que un edificio de estas características conduce a la modernidad y la tradición puede obrar recíprocamente y realzar las grandes ciudades históricas.