El emperador Khai Dinh tomo el trono en el año 1916 y él eligió una cuesta en la montaña Chau Chu o también llamada Chau E a 10 kilómetros de Hué, como la localización más idónea para construir su propia tumba. La construcción de la tumba comenzó el 4 de septiembre de 1920 y duró más de 11 años. Comparando con los emperadores precedentes, la tumba de Khai Dinh, es mucho más pequeña en su superficie (117 metros por 48,5 metros), pero también es una tumba mucho mas elaborada. Es el resultando de la mezcla de muchas tendencias arquitectónicas europeas y asiáticas, así como la mezcla de lo antiguo con lo moderno. La tumba es una estructura rectangular que emerge subiendo 127 pasos hacia la montaña. Entrando en el área de la tumba se debe subir desde una puerta otros 37 pasos para poder ver los dragones más grandes del país que forman las paredes laterales. En el patio, alineado en dos filas está el altar derecho e izquierdo, construido según la construcción tradicional con ocho azoteas, todas las vigas están reforzadas. Subiendo 29 pasos más se llega al lugar donde se celebraba las audiencias de la corte imperial, la estela, la forma un monumento octogonal. En ambos lados del patio, hay dos filas de estatuas similares a las de otras tumbas que componen el camino al cielo, más seis pares de estatuas que representan a los soldados de la guardia del emperador. Estas estatuas se hacen de piedra, material muy poco utilizado en la tumba de Khai Dinh. El patio es flanqueado en ambos lados por dos imponentes pilares. Por encima hay tres niveles hasta alcanzar el monumento del altar.
El palacio de Khai Thanh es el monumento principal de la tumba, contiene otros cuartos conectados con el principal. Las paredes están decoradas con diseños muy elaborados en porcelana y cristal. El piso esta cubierto con ladrillos esmaltados con figuras de flores, en el techo esta pintado con nueve dragones, apareciendo finas efímeras nubes.
El palacio de Khai Thanh además de constituir el templo principal, contiene la estatua de Khai Dinh, el sepulcro y su altar. Es una de las mejores de las tumbas reales de la ciudad de Hué.
