Su construcción se inicio en 1162 con la construcción del Castillo de los Templarios con el objetivo de servir de un lugar estable y fortificado para hostigar en la zona a los musulmanes. Esta fortaleza permitió el establecimiento de la ciudad de Tomar y el cultivo y repoblación de las tierras cercanas. El convento sufrió numerosas reformas atendiendo a las necesidades de la Orden de Cristo. En 1834 los bienes de las ordenas religiosas pasaron al Estado portugués, pasando a desempeñar la residencia del Conde de Tomar y como seminario de ultramar.
Se accede al conjunto por una amplia pendiente nos conduce a una puerta medieval de arco apuntado que nos desemboca en un gran patio central donde los monjes recibían los actos religiosos montados sobre sus temidas monturas, su aspecto no es de entrar en un convento, por el contrario, parece encontrarnos en el interior de un castillo almenado, la iglesia correspondería con la torre del homenaje.
Destaca de la iglesia la Portada Sur mandada construir por Joao de Castilho en 1530, en sus arquivoltas se sitúan las esculturas de la Virgen y la de Enrique el Navegante, dentro de la decoración están todos los ornamentos propios del estilo Manuelino, siendo una replica de la fachada de la Sé Catedral de Coimbra..
Accediendo al núcleo del monasterio donde esta la Charola o rotonda, construida en el siglo XV sirviendo de ampliación a la torre románica que la precedía del que se conservan las columnas y los capiteles con decoraciones de animales: basiliscos, arpías y dragones, serpientes enroscadas, cabezas de hombres y animales. El capitel que representa a Daniel en el foso de los leones, fechada esta parte de la charola en 1180. El uso era poder servir de oratorio a los monjes.
Su diseño en rotonda tiene reminiscencias del Santo Sepulcro en Jerusalén donde se quiere representar los dos hechos más importantes del hombre cristiano: el bautismo y la muerte, semejante a la rueda de la vida de la religión Budista. Tiene forma de octágono donde se disponen los altares ocho grandes columnas crean el deambulatorio. La decoración de los frescos del siglo XVII representa escenas bíblicas, en la cúpula se decoraron con estatuas doradas de estilo bizantino.
La iglesia es ampliada en época de D. Manuel I convirtiéndose la charola en el altar mayor, uniéndose con un coro alto y en su planta baja se levanta la sala capitular de estilo gótico, originalmente correspondía con la sacristía, fue concluida las obras por Joao de Castilho que abrió la comunicación con la Charola. |
