La construcción de la ciudad portuguesa de Mazagán obedece a la necesidad que tenían los portugueses en costear África para llegar hasta Asia y crear su primera ruta comercial marítima, de esta forma tomaron o fundaron numerosas plazas en Marruecos bajo su soberanía: Ceuta, Tánger, Arcila, Azemmur, Aguz, Safi, Mogadur, Agadir, Mazagán, etc.
La muralla portuguesa ha sido recientemente restaurada y el aspecto que la han dado, no es el más parecido al original construido por los portugueses. Las murallas las han revestido de cemento con un revoco de color tierra que más bien parece una impresionante kasbah ocre de adobe.
La doble puerta de acceso situada en la avenida de Suez corresponde con una de los tres accesos que tiene la ciudad, dos por tierra y otro por mar. Tiene en los flancos cuatro bastiones, en la calle principal, San Antonio (Oeste) y Espíritu Santo (Sur), mientras el bastión del Ángel (Este) ofrece una vista memorable del conjunto de la fortaleza y del puerto; además del bastión de San Sebastián (Norte) que nos descubre la puerta de la ciudadela al mar y nuevo espigón del puerto.
La ciudad portuguesa de Mazapán constituye uno de los primeros asentamientos portugueses en África occidental, refleja la arquitectura de occidente y la planificación urbanística del modelo de ciudad europea, fue diseñada dentro un estilo propio portugués pero basado en las nuevas influencias renacentistas procedentes de Italia.
Los portugueses se asentaron en Mazagán en 1502, en una región que formaba parte del protectorado portugués desde 1486. Para construir la fortaleza se trajeron a los maestros arquitectos Francisco y Diogo de Arruda, entre una de sus mejores obras podemos contemplar la torre de Belem (Lisboa). El trabajo de los hermanos Arruda pasó con el tiempo a considerarse como un estilo propio de la arquitectura y se le llamó “manuelino”, con sus características ornamentales intrincadas.
En 1541 la corona portuguesa perdió la ciudad de Agadir y para disponer de los servicios de esta población se ordena la ampliación de la fortaleza de Mazagán. Se forma un equipo encargado del diseño al portugués Joao Ribeiro, al español Juan Castillo y al italiano Benedetto de Rabean. La ciudad sufre un gran desarrollo urbano y económico, y se incorporan las órdenes religiosas que construyen sus iglesias para su expansión religiosa en Marruecos.
La puerta sur tenia un foso que se salvaba mediante un puente levadizo, ya durante el protectorado francés se lleno de tierra y se comunico abiertamente con la avenida Suez. Se encuentra en la parte superior el escudo portugués. Traspasado el umbral enseguida destaca la torre de la campana de la iglesia católica de Asunción, fue construida en el siglo XVI, tiene una planta rectangular es de una sola nave, el coro y la sacristía, la torre es de planta cuadrada y sobresale tres pisos.
La torre de la campana compite al fondo con la torre de la mezquita, fue levanta en el siglo XIX, en la plaza el Terreiro, sobre una antigua torre que originalmente formaba parte de la cisterna.
La cisterna es el edifico más importante fue diseñada por Joao Castilho, se construyó con una planta cuadrada, rodeada de cuatro torres: Torre de la Cárcel (occidente); Torre del Sur; La Torre de la Cigüeñas (Oriente); Torre Norte. La sala subterránea esta formada por imponentes columnas de piedra con arcos góticos apuntados que sujetan la gran bóveda fue construida con una mezcla de piedra y ladrillos que demuestran la habilidad arquitectónica y la sensibilidad decorativa del estilo manuelino. Las aguas de lluvia de la ciudad son conducidas a través de un sistema de canales hasta la cisterna de la ciudadela. Sobre la terraza se encontraba la casa del Capitán, un pequeño hospital y la pequeña iglesia de la Misericordia.
Paseando por la ciudad portuguesa se pueden contemplar los edificios que están casi completamente en ruinas, aunque algunos extranjeros están tomando posiciones comprando edificios ruinosos para rehabilitarlos ante el potencial turístico de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el 2004. |