Embarcando en el puerto de Bay Chay (zona turística)  uno de los viajes por excelencia es poder contemplar la Bahía de Halong por un tiempo superior a las tres o cuatro horas de la duración, que es el tiempo medio de la mayoría de los viajes programados que a diario salen desde el puerto. El viaje es de 24 horas a bordo del junco de madera cuyo nombre es: "La Perla del Dragón", precioso barco de aspecto majestuoso que nos da la oportunidad de adentrarnos entre las islas de la bahía.

El recorrido es desconocido de ante mano por lo viajeros lo que hace que para los turistas que por primera vez acuden a la bahía les parezca un viaje único, pero en realidad es un viaje al menos en este barco lleno de aspectos negativos: nada mas comenzar el abordaje se procede a la acomodación, los camarotes son estrecho pero llenos de encanto por las ganas de comenzar esta singladura.

Se pasa inmediatamente al salón comedor donde el personal de abordo da la bienvenida con un cóctel, después comienza el almuerzo -no muy copioso, ni variado-. Se puede disfrutar de las vistas en cubierta pero con el barco anclado a pesar de estas el mar en calma total. Cuando al capitán le parece levanta el ancla y se dirige a la gruta de la sorpresas única isla que se podrán visitar en las 24 horas del viaje. Se realiza la visita de forma tan lenta dado que se desembarca en una lancha de capacidad para 10 personas lo que hace los traslados casi eternos, cuando te quieres dar cuenta es la puesta de sol, tiempo para la cena e inmediato descanso en el camarote.

Al amanecer los tripulantes parece que no despiertan nunca y pasa el tiempo sin que el barco se mueva, el bar esta cerrado, la cubierta vacía y el barco parado mas de doce horas en el mismo lugar, dando vueltas sobre si mismo apoyado en el ancla. Poco a poco la tripulación se despereza y monta el comedor para el desayuno, tan poco copioso como el almuerzo o la cena.

El barco continua parado lo que es aprovechado algunos de los viajeros para zabullirse en este trozo de la bahía, mal cuidado y despreocupado, hasta que viendo las numerosas quejas de una parte de los turistas el capitán decide levar anclas y emprender la marcha, pero ya no da tiempo para ver nada mas, pues pronto serán las doce de la mañana tiempo para llegar a puerto.

En definitiva, creo que es mas el producto del ahorro del gasoil y de la desidia por la dirección del dueño del barco, que la falta de medios tanto técnicos como humanos. No se explica que los turistas puedan hacer tantos miles de kilómetros para pasar 24 horas anclados en un lugar pintoresco del globo. Cuando se tendría que ofrecer una visión diferente y amplia de los rincones tan variopintos que ofrece esta bahía. Mientras eso es aprendido por los dueños de estos grandes veleros es mejor, mucho mas barato e interesante alquilar un barco de cuatro horas, cuyo recorrido esta mas a mano que estos que son ofrecidos como "crucero de 24 horas".