La ciudad de Uppsala tiene el río Fyrisån que es navegable y en uno de sus diques sirve como zona de atraque para las casas flotantes. La vida en este tipo de engendros viene de una larga tradición de los Países Bajos que se ha extendido por escandinavia.

Este tipo de vida estuvo muy de moda en los años 60 y poco a poco fueron apagándose pero en la última década ha resurgido como una alternativa al cambio climático, la falta de suelo y la carestía de vida.