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QUÉ VER EN SALAMANCA, ESPAÑA
 
Directorio:

Qué ver en Salamanca

 

QUÉ VER EN SALAMANCA UN FIN DE SEMANA

Día 17 de septiembre (viernes)

Ruta Madrid-Salamanca km 214; tiempo aproximado 2h9'

Nada más llegar a Salamanca nos dirigimos al aparcamiento de Salas recomendado para autocaravanas (GPS N 40.959014 W 5.674780 ) que está completamente lleno y nos parece difícil permanecer allí.

Salimos con la intención de buscar otro sitio más adecuado, vemos enfrente un gran parking que viene en algunas guías (GPS N 40.957646 W 5.676464 ) pero han colocado una señal que solamente es válido para turismos y con la palabra maldita de prohibido autocaravanas.

Muy cerca vemos una calle amplia que merece nuestra atención, se encuentra situada en la calle Mariano Ares y Sanz (GPS N 40.956920 W 5.679944 ) es un sitio muy recomendable para la pernocta de la autocaravana en Salamanca (España) que esta a cinco minutos más andando del aparcamiento de Salas.

Son las 20,00 horas y vamos a darle tiempo para dar una vuelta por Salamanca y hacer un acercamiento puntual a esta ciudad que mantenemos en el recuerdo de más de 40 años y que únicamente recordamos la rana sobre la portada de la Universidad. Ni siquiera nos viene a la memoria sus hornazos o sus chacinas de cerdo.

Es la hora que esta anocheciendo en Salamanca, estamos seguros que tiene rincones muy bonitos, pero la zona del río Tormes tiene un sabor especial. Es una zona por la que puedes pasear, puedes sentarte a la vereda del rio a relajarte para ver como el cielo cambia de color, si te sitúas en la zona sur del puente podrás contemplar la ciudad antigua, con sus catedrales en todo lo alto.

Día 18 de septiembre (sábado)

Ruta: Salamanca

El día comienza para dedicarnos a visitar la lista de monumentos considerados más top de Salamanca, aunque como somos muy detallistas el día no debe de dar mucho de sí.

Comenzamos la vista general desde el puente romano que atraviesa el rio Tormes y permite identificar los edificios por sus torres.

A las 11 horas estábamos en la entrada a la catedral que mediante el ticket te permite visitar la nueva y la vieja, unidas por una sola puerta.

Entre la audio guía, la misa y una boda que se celebraba en esos momentos podríamos haber estado más de 24 horas. En un momento de la visita tenemos que abandonar las explicaciones del audio guía porque de lo contrario el final de la visita no estaba a la vista.

La catedral nueva aunque no tiene obras de arte top pero tiene un gran equilibrio que merece el interés en algunas capillas, el coro con su impresionante sillería, y su altar mayor.

Cuando entramos en la catedral vieja de estilo románico, en esos momentos se celebraba una boda lo que nos permitía ver el retablo mayor perfectamente iluminado.

Esto sí que es top porque tiene 53 tablas que explican la biblia como un libro abierto. Los novios estaban entrados en años, el novio vestido de policía nacional y la novia con un precioso vestido de seda y encajes con varios metros de longitud.

Gracias a la boda podríamos disfrutar de los frescos de las paredes que lucen como nunca.

Después pasamos por las capillas y las dependencias del claustro.

Cuando queremos darnos cuenta son las 15,00 horas el momento que volvemos a estar a cielo abierto.

Damos gracias de no estar en Francia porque nos hubiéramos quedado son comer.

El segundo sitio que vemos para comer nos quedamos en la terraza y compartimos unas patatas revolcones y un cachopo, hacemos caso al camarero para no pedir más.

Seguimos las visitas con la casa de las conchas y podemos ver su interior con las representaciones de las caras de leones y su estupenda escalera.

Enfrente se encuentra la Universidad Católica que nos hace sufrir porque subir las escaleras para llegar a los 61 metros con un cachopo en la tripa no es normal.

Desde arriba podemos contemplar con un poco de miedo por la inclinación de los portales de las torres una especial vista panorámica de Salamanca lo que nos permite imaginar la ciudad en tiempos la Edad Media.

Una vez a nivel de suelo podemos ver el claustro decorado con 28 lienzos de la vida de San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús que debido al poder que llegó alcanzar fue prohibida por el rey Carlos III.

Merece atención el patio central y el aula Magna decorada con una magnífica pintura del Concilio de Trento donde participó la orden.

La iglesia es de líneas rectas renacentista que te deja muy frío con esos sillares dorados que le da un ambiente serio propio de la vida universitaria, mezclado con la orden de Jesús.

Desde aquí vamos a la iglesia de San Martín, lo más importante es su portada románica y policromada que quedó totalmente embutida y tapiada gracias al capricho para construir una tumba.

Enfrente tenemos la plaza mayor, nos pasamos unos minutos comparándola con la de Madrid.

Aquí nos apetece un granizado de limón y nos dan un vaso que lo único que tenía de limón son sus pipos.

Por último y para terminar el día caminamos hasta la calle del Toro dónde se encuentra uno de los monumentos ocultos de Salamanca, la entrada es gratuita. Se trata el convento franciscano de San Antonio, ahora, es la tienda Zara.

La estructura de hierro construida en el centro sin tocar los muros perimetrales, dónde se puede ver el altar mayor con sus escudos reales y su cúpula.

Solamente nos queda caminar para descansar una noche placida fuera de la marcha nocturna de Salamanca.

Día 19 de septiembre (domingo)

Ruta: Salamanca-Madrid Km 214 km; tiempo estimado 2 horas 9'

El domingo era nuestro último día en Salamanca y debíamos de aprovecharlo al máximo. La temperatura ha bajado, el sol no calienta como ayer, lo que nos obliga a regresar para adaptarnos a la nueva temperatura más parecida con el otoño.

Enseguida estamos ante uno de los monumentos que no debes de dejar de ver, por lo menos, una vez en tú vida, la fachada de la universidad de Salamanca o también conocida como Escuelas Mayores. Aunque nosotros sin hacer mucho apego marchamos a su interior porque vemos en la puerta gente vestida de boda por lo que imaginamos que hoy hay un enlace en la capilla.

Una vez en el interior, nos confirma las sospechas que se va a celebrar una boda, esto es una oportunidad única para ver cualquier iglesia porque veras el interior como nunca hubieras imaginado al estar todo perfectamente iluminado con alfombra roja y decorada con flores.

En el centro del retablo se encuentra el cuadro  que nos muestra el Juramento de defensa del Misterio de la Inmaculada Concepción obra del Pintor: Francisco Cacciániga. Diseño del Retablo: Simón Gavilán. Cuando estaba ensimismado con la imagen, en perfecto inglés una voz me dicen que se trata de una boda. Era uno de los padrinos por lo que ya tenemos uno de los datos es que es un enlace mixto. El segundo dato es que durante la ceremonia escuchamos la música del film Braveheart por lo que nos permite centrar al novio en la zona de Escocia.

Enseguida vemos la llegada de la novia, es chiquita, lo que nos confirma otro dato, que es española, luce un velo de dos metros sobre el suelo con unas magnificas flores bordadas que la hacen reflejarse sobre la piedra del pavimento. Antes de entrar en la capilla se enfunda en la boca una magnifica mascarilla para dejar sus recuerdos que su matrimonio se hizo en tiempos de Covid.

En la sala todos los invitados, tanto escoceses como españoles, llevan mascarilla, incluso el cura que los va a casar porta una mascarilla de las quirúrgicas, desgraciadamente el álbum de fotos será testigo de esta nueva realidad que nos ha tocado vivir.

Pensamos que seguramente han elegido casarse en la capilla de los colegios mayores porque se han conocido durante los famosos cursos del Erasmus, seguro que el escocés vino a España a estudiar medicina o biología.

Durante la ceremonia nos vemos todos departamentos de la universidad, siempre con ojo puesto en la capilla para ver la salida de la boda y despedir a los novios.

En el claustro podemos leer los vítores más importantes de la gente que ha sido merecedora de tener su nombre con color de sangre, entre ellos, podemos ver el de Enrique Tierno Galván y el de Francisco Tomas y Valiente, asesinado por ETA en compañía de catedráticos, gente de la cultura y del pensamiento.

Sobre los sillares de piedra salmantina dorada podemos ver los restos de unos antiguos frescos con formas de monjes franciscanos, uno de ellos ha perdido todos los detalles pero el otro conserva la cara como sacado de la ultratumba, están picados con el pincho de un puntero de hierro lo que le identifica que en algún momento intentaron quitarlos y que gracias a su persistencia se encuentran entre nosotros.  

Entramos en la el aula de Fray Luis de León como uno de los miles de alumnas que llegaban a Salamanca para escuchar las clases magistrales de insignes maestros. El profesor se colocaba en su cátedra habitualmente en un púlpito- y en los lados del aula unos bancos servían de asiento para los graduados y personajes ilustres invitados. El público en general y los estudiantes ocupaban el centro de la clase sentados estoicamente en incómodos bancos de madera sin respaldo, sacados del un pinar y nadie se quejaba del dolor de espalda.

Para subir al claustro alto hay una magnifica escalera construida en el siglo XVI en estilo renacentista, se pueden distinguir en ella tres tramos decorados que representan la juventud, madurez y senectud del ser humano, así como los riesgos a los que está expuesto a modo de advertencia para todo aquél que se aventura a ascenderla. Es una alegoría del saber, del conocimiento y en definitiva, de la vida del estudiante, una escalera que nos hará más sabios según vamos ascendiendo.

Después de ver todas las dependencias de la universidad nos apresuramos para ver exterior donde se encuentra el verdadero retablo de piedra que se puede adivinar en la fachada principal.

Todo el mundo mira y mira buscando la rana hasta que alguien te apunta en bajito donde se encuentra como lo hiciera cualquier alumno de esta universidad, pero la grandeza de la piedra nos ofrece para ensalzar la gloria del emperador Carlos. La fachada aparece pues dominada por la presencia imperial de Roma, vertiente política del pensamiento carolino. Se presenta materialmente dividida, como cualquier retablo de la catedral, en tres cuerpos y cinco calles. Los tres cuerpos corresponden a una estructura ideológica clara: en la base, cuerpo bajo, figura la monarquía española, es decir los abuelos fundadores; en el centro está el emperador reinante con sus símbolos, es la razón de ser del conjunto; en el cuerpo alto está Roma, desde el papa hasta los dioses romanos y sus héroes: es el modelo ofrecido al Emperador, la meta a la que aspira.

Todo presido por la atenta mirada de la estatua de Fray Luis de León que se ha quedado en la plaza para la posteridad como su famosa frase que pronuncio al volver a la cátedra de la Universidad «Dicebamus hesterna die» traducido --cómo decíamos ayer-- después de estar cuatro años encarcelado por la santa inquisición por la traducción hechas de las sagradas escrituras en la Vulgata y el Cantar de los Cantares.

Desde aquí marchamos a uno de los museos que las guías recomiendan para no perderse y que poco la gente hace caso Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis. Desgraciadamente si lo ves desde la fachada del casco histórico de la calle Gibraltar desmerece a la fachada contraria volada sobre la muralla desde el paseo de San Gregorio, donde podrás ver un magnífico mirador corrido.

Antes de acceder el empleado de seguridad nos informa que no está permitido la fotografías por lo que todas las que hacemos son robadas, como no estoy conforme con este adjetivo digamos que son imágenes prestadas.

Se podía decir muchas cosas del arte Noveau  pero básicamente es una corriente que logró superar los patrones del historicismo, buscaba estimular los sentidos con un erotismo contenido que se reflejó en una particular visión de la mujer a medio camino entre la realidad y la fantasía. Entre los nazis alemanes hubo verdaderos seguidores de este tipo de arte que lo llamaron Jugendstil aunque solamente lo podía admirar en secreto porque oficialmente lo perseguían.

Desde aquí nos marchamos a almorzar, sin muchas referencias de las guías turísticas, utilizamos un sexto sentido para identificar donde sentarnos. Elegimos uno en los bajos de la plaza mayor por donde solamente pasan los que verdaderamente conocen el lugar. Pedimos unas patatas con huevo frito, una ración de jeta (para los no entendidos se trata de una parte del cerdo asada que identifica a los hombres con mucha cara), además unas croquetas de ibéricos que por su tamaño no podemos terminar (nos hacemos mayores), el precio de 20 euros.

Solamente nos queda tiempo para visitar otro monumento, consultamos los horarios y poco queda abierto para las tardes del domingo, elegimos el convento de los dominicos. De camino vemos abierto el Palacio de la Salina y no podemos pasar sin entrar para bichearlo.

Dice la leyenda que el arzobispo Alonso de Fonseca fue a Salamanca a un concilio diocesano acompañado de su amante gallega Juana Pimentel “La Salina”. El obispo trató de que las diferentes familias nobles de la ciudad le ofrecieran cobijo durante su estancia, pero las de los apellidos relevantes le negaron la entrada en sus casas, por su compañía. El arzobispo se enfadó tanto que decidió hacer construir el Palacio de la Salina con una decoración interior que representara a los principales nobles de Salamanca de forma monstruosa. Aunque la realidad es que era el lugar donde se guardaba la sal.

Lo más destacado del edificio es porque fusionan los estilos renacentista y gótico, destacando una galería de madera que se apoya en ménsulas antropomorfas tremendamente escorzadas. La parte más antigua está constituida por dos pisos de arquerías. A la izquierda se ubica la galería renacentista formada por cinco arcos de medio punto cuyas enjutas se decoran con medallones similares a los de la fachada.

Se puede ver una representación con figuras humanas, personajes que a modo de atlantes sostienen seres. Son figuras que se retuercen con una expresión dramática y angustiosa en sus rostros que mencionaba Alonso de Fonseca.

Por último, estamos ante el Convento de San Estaban donde podemos admirar la magnífica fachada a modo de retablo como les gustaba ejecutar las portadas dentro del estilo plateresco. En su centro se representa el martirio de San Esteban y por encima un Calvario, relieves ambos ejecutados por Juan Antonio Ceroni a comienzos del siglo XVII.

Podemos visitar su interior completamente solos porque a esas horas, un domingo tarde, las hordas de turísticas se han marchado de la ciudad camino de sus ciudades de origen.

La orden de los dominicos tiene una retrospectiva para divulgar que fueron ellos los protagonistas principales de que España tratara a los hombres del nuevo mundo como personas con alma y no como animales de trabajo.

El claustro es un ejemplo del periodo plateresco y destaca la escalera, similar a la que ayer vimos en el Universidad Pontificia. Utiliza una técnica nueva y revolucionaria, puesto que solamente se apoya en los muros, en voladizo, sin otros soportes, creando un espacio bastante diáfano que parece sostenerse milagrosamente, y que permite el tránsito desde la parte baja del claustro a la parte alta. Su decoración la constituyen casetones floreados y un relieve policromado en su tramo superior en el que aparece María Magdalena.

La sacristía es enorme y más bien parece una iglesia diáfana `por sus dimensiones, pasamos ante la tumba del tercer duque de Alba que prefiero enterrarse entre estas paredes en un lugar antesala a la iglesia.

El templo es de líneas rectas y frías con un retablo barroco de José Benito de Churriguera que la hace aún más fría, a punto del hielo. En el lado contrario hay un sencillo coro de madera sin ninguna decoración.

De regreso al claustro podemos ver el confesionario que los padres dominicos cedieron a Santa Teresa de Jesús durante su estancia en Salamanca, prueba de esta vinculación es el confesionario al que acudía la Santa en busca de consejo de los frailes.

Aquí termina nuestro viaje a Salamanca y nos comprometemos a que no pasen otros 40 años para volver a ver los números monumentos que no hemos tenido tiempo material para ver y que merecen una visión particular para que nos ayuden a comprender los numerosos enigmas que mantenemos.

-FIN-

Puente romano
Río Tormes
Universidad Pontificia
Universidad de Salamanca
   
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