Nace en la ciudad de Cuenca en 1926, pasó a formar parte de la que se llamó “Escuela conquense” junto con Gerardo Rueda y Fernando Nóbel, fue uno de los impulsores del arte abstracto en España e impulso la formación del Museo de Arte Abstracto Español de la ciudad de Cuenca.

Estudió Ingeniería Técnica Forestal y comenzó a ejercer su profesión en 1946 en Teruel, era un alumno aventajado en el dibujo lo que le sirvió para recibir el primer encargo para ilustrar el libro “Flora Forestal de España”. En 1950 viaja a Francia e Italia donde recibe nuevas influencias que después le servirían en el desarrollo de su obra. En 1951 se instala en su ciudad natal donde trabaja como ingeniero, allí conoce a Antonio Saura y realiza sus primeros trabajos en el mundo de la pintura.

Sus primeras obras están relacionadas con el tema de la “Naturaleza” para pasar en una ruptura de su obra a tocar el estilo de la obra abstracta, en 1956 realiza “Roca”. Con esta obra se inicia en lo que se llamo “movimiento informalista”, en el que predominaba las texturas a las figuras. Las pinturas eran al óleo pero fue añadiendo pigmentos materiales como la arena, o fragmentos vegetales. Comenzó reflejando aspectos de la propia naturaleza como: piedras, árboles, raíces, troncos, musgo, arena. Así demuestra la versátil capacidad de escoger los materiales adecuados a las necesidades y la finalidad de su discurso. Desde 1957 a 1958 realiza una serie de obras muy brillantes en el marco de la poética informalista

En 1963 la obra pasa hacerse mucho más compleja pues incorpora nuevos materiales como: nylon, plástico, cartón etc. y cambia también el soporte pasando del simple lienzo a pintar sobre madera o metal. Su obra se hace más pesada y compleja realizando una serie de montajes lo que dio nombre a una serie que la llamo “Homenajes” dedicada a artistas del pasado. Sus obras están plagadas de imágenes contradictorias y equívocas, pertenecientes a un universo imaginario de realidades contrapuestas y falsas apariencias. Pasa a trabajar simplemente con los materiales base, consiguiendo superficies de extraordinaria complejidad, de difícil percepción estética. Posteriormente abandona esta poética e introduce nuevos motivos figurativos y geométricos, realizando a su obra un marcado estilo escenográfico.

Se inicia en el campo de la escultura en 1966 con el Monumento Conmemorativo del I Congreso Mundial Forestal, elaborada con acero y madera; se emplazada en la sierra de Cuenca, en el que a pesar de sus grandes dimensiones se nos presenta como transparente y vacío. También realiza otra obra grandiosa "Tiempo inmóvil" emplazada en el paisaje de Toledo, inspirada en el poeta T. S. Eliot, y que era una profunda reflexión en torno al tiempo detenido por ser reversible a la vez que fluye, es el momento en que Torner desarrolla plásticamente un juego de contrastes, de variables infinitas.

En 1965 deja de trabajar como ingeniero y pasa a dedicarse de forma exclusiva a el mundo del arte, no limitándose a la pintura o escultura, sino con otras actividades como la fotografía, la figuración, los tapices, etc. este periodo le sirve para crear las obras: "Heráclito, nueve fragmentos", nueve serigrafías (1965), expresión de la dialéctica cósmica entre pares de opuestos; en 1968 "La escala de Jacob", inspirada en un pasaje bíblico que ha atraído a artistas de todos los tiempos.  Torner usó  un material tan supuestamente frío e impersonal como el metacrilato. Tras una pantalla brilla una plancha de aluminio pintada que se aleja del espectador y se disipa a medida que gana en altura. El efecto conseguido es de gran belleza, una gama de blancos que se van difuminando a medida que ascienden y se funden en el misterio.  "Equivalencias " (1969), un austero ejercicio de depuración compositiva de seis obras clásicas de la historia de la pintura; "Resumen del decir-Laberinto-Pauta para un abecedario" (homenaje a Jorge Luis Borges) (1970), metáfora de la infinita combinatoria y los caminos insondables de las letras del alfabeto.

Su obra entre 1971 y 1977 se hace más grandiosa con trabajos de mayor complejidad técnica aunque son realizados con materiales muy simples, tratando de explorar las diversas texturas, incorporando el uso del agua y la electricidad. Entre sus obras de este periodo se encuentran las obras: "Sur Geometries" (1972), íntima conversación con nueve arquitectos;"Laberinto", 1973; "Japonesadas" (1974), un diálogo entre oriente y occidente;" El recuerdo de Parménides" (1976) y la carpeta dedicada a San Juan de la Cruz (1991), que fue su particular homenaje al Museo del Prado.

Torner está profundamente preocupado por el mundo del espíritu, es un artista que centra el peso de la cultura en aquellos valores que inciden en la transformación de la sociedad, siempre a la búsqueda de aquel mayor grado de perfección para alcanzar su obra maestra.

Se dedica a el diseño de nuevos ambientes decorativos y participa en el proyecto de las tiendas como Loewe, en la remodelación de algunas salas del museo del Prado y en la instalación del las colecciones de Zobel en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.

En la actualidad ha sido nombrado miembro Academia de Bellas Artes de San Fernando y colabora con los fondos artísticos de la Fundación Juan March. En sus debates llego afirmar: “el arte no existe como entidad aislada. El arte es una abstracción que contienen todas las obras de arte...Lo podemos reconocer por su poderosa presencia a través de la intuición y los sentimientos, nunca, jamás, por el razonamiento”.

En el 2005 fue inaugurado un espacio en Cuenca dedicado a exponer sus más de 40 obras dentro de la antigua Iglesia de San Pablo, edificio gótico del siglo XVI. En su interior se puede admirar las obras de este artista, que van desde pequeños cuadros de 80 centímetros hasta grandes esculturas de cinco metros como su 'Elogio de la locura'. Asimismo, en el centro del crucero se ha dispuesto un ámbito en donde se inhalarán algunos collages del autor, realizados en los años 60.