El monumento a las victimas del 11-M fue inaugurada el 11 de mayo de 2007 –tres años después del atentado-- está formado por una cúpula cilíndrica de vidrio de 11 metros de altura, construida con piezas de vidrio de 30x20x7 centímetros. La capa de vidrio es cerrada y sellada para evitar la entrada de agua en el interior de la misma. Tiene un peso de alrededor de 160 toneladas y es totalmente transparente e incolora. Esta situada frente a la estación de Atocha lugar trágico en la memoria de todos, en la confluencia del madrileño paseo de la Infanta Isabel, la avenida de Ciudad de Barcelona y la calle Alfonso XII.
En principio se había diseñado un monumento con unas formas irregulares pero ante la posible inestabilidad se prefirió sustituir por un volumen regular con forma de cilindro en vidrio, sólo es parte del envoltorio de ese viaje propuesto hasta mundos insólitos. Esta formado por dos partes diferentes íntimamente relacionadas entre si y carentes de sentido una sin la otra. La cúpula de vidrio y una sala justo debajo de ella, donde en su interior se ha revestido con una membrana de un material denominado ETFE (El producto es un recubrimiento de resina de flúor ETFE Fluon de altas prestaciones, cuyas propiedades son la resistencia al calor y química, y a los efectos meteorológicos, la anti-adhesión, sus excelentes características eléctricas y sobre todo su gran transparencia) con un peso de 20 kgs, donde se han grabado los mensajes que los madrileños escribieron y depositaron en la estación de Atocha, en los días posteriores a los atentados. Esta membrana está sujeta por succión. Unos ventiladores crean un vacío entre las dos pieles que permitirá que el monumento se mantenga en pie sin ningún elemento opaco que oscurezca la idea del proyecto.
En el momento de la presentación del proyecto por parte del estudio de arquitectura FAM, se ha definido con dos palabras: la transparencia y la permeabilidad.
La sala interior tiene su acceso a través de la propia estación de Atocha, en su vestíbulo principal. Una vez en el interior de la sala se entra un espacio de difícil definición, para unos es el camino hacia el cielo, para otros es entrar en un espacio azul de tintes cinéfilos, también se puede sentir la llamada de un OVNI mediante un haz de luz intenso y continuo, pero todos sentimos algo distinto y siempre puede rozar lo sobrenatural.
