Todos podemos recordar donde estábamos el día que el hombre subió a la luna, o el día del golpe de estado 23-F, o el día del atentado de las torres gemelas 11-S, también todo el mundo se acuerda donde estaba al enterarse del mayor atentado terrorista que ha sufrido España el 11 de marzo de 2004.

A las 7.37 horas una potente explosión de una bomba explota en la estación de Atocha en un tren de Renfe dedicado a cercanías número 21431 situado en la vía 2. Apenas un minuto después se producen otras dos explosiones en el mismo tren. El caos y el desconcierto invaden los andenes y escaleras mecánicas de la terminal. A las 7.38 cuando explotan otras dos bombas en el tren número 21435 en la en el apeadero del Pozo del Tío Reimundo y otra en Santa Eugenia en el tren número 21713. A las 7.39, cuatro explosiones más destrozan otro tren número 17305 en la calle Téllez, a 500 m antes de entrar en la estación de Atocha. En apenas tres minutos, 10 bombas de las 13 que habían depositado los terroristas en los trenes dejan un balance de 191 muertos y más de 1.500 heridos.

Inmediatamente se pone en marcha un amplio despliegue entre el caos de la ciudad, los gritos y sirenas, las tres zonas azotadas por el terror pronto pasan a estar controladas por la policía, el SAMUR había improvisado un hospital de campaña y los Bomberos buscaban cadáveres entre los hierros retorcidos de los vagones. Los restos mortales fueron trasladados a una morgue de urgencia habilitada en el parque ferial Juan Carlos I de Madrid.