BLOG VIAJE AL PARQUE NATURAL DEL RÍO DOURO por A. LÓPEZ

 
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EL VIAJE

Día 19 de Septiembre (viernes)

Hemos planificado nuestro siguiente viaje con los principios básicos del autocaravanista: en invierno al sur y en verano al norte, como estamos ya cerca del otoño nos acercaremos en dirección noroeste.

Aldeadávila de la Ribera

A media tarde después de cargar en vehículo partimos con dirección a los Arribes del Duero. Salimos por la autopista A-6, pronto el tom tom nos hace dudar entre ir por Salamanca o bien por Zamora, elegimos esta última por parecernos más corto el camino. Unos 60 Km. antes de llegar nos desvían por unos caminos difíciles de transitar y se produce la primera controversia entre el hombre y la máquina. La noche se nos echa encima y tenemos que extremar las precauciones pues el desnivel del terreno y las condiciones de la carretera son muy críticas.

Llegamos después de 20,00 al pueblo de Aldeadávila de la Ribera, provincia de Salamanca y según publicitan sus Corporación Municipal: nos encontramos en el ‹‹Corazón de las Arribes››, este pueblo se ha dotado de numerosas infraestructuras turísticas entre las que encontramos el área de autocaravanas, cuyas coordenadas son N 41º 13' 13'' W 6º 36' 50'', dispone de posibilidad de vaciado de aguas grises y marrones, también de grifo de agua, algunas de las plazas se encuentran en zona de sombra con poca pendiente, esta muy bien asfaltada y limpia. Las instrucciones que se publican en la entrada sobre utilización no ofrecen dudas, no se puede desplegar ningún utensilio que permita denominar el aparcamiento en zona de acampada. Este Ilustre Ayuntamiento se merece un 10 y no como otros que toman medidas a medias y encima se hace un reconocimiento desmerecido. Como pago de nuestro colectivo por este servicio, durante el fin de semana no apareció ninguna autocaravana ni camper, encontrándome totalmente solo.

Antes de cenar damos una vuelta por el pueblo para hacernos una localización más precisa de los diferentes puntos de interés, visitamos la oficina de turismo, ubicada dentro de la antigua ermita del antiguo cementerio. Esta zona era la más alejada del pueblo y para su ampliación se aprobó el traslado del cementerio, fue el momento en que la ermita donde se rezaba el último responso cayo en desuso. Actualmente ha sido rehabilitada junto con su entorno para dedicarse como Oficina de Turismo Municipal.

La noche la pasamos bajo la presión de las estrellas que por estos lares es espectacular, además disfrutamos del canto de un macho de chicharras llamando a las hembras de la especie para formar pareja.

Día 20 de septiembre (sábado)

Nos levantamos prontito para aprovechar el día, los pronósticos del tiempo eran de 60% de posibilidades de

Barco para el recorrido

precipitaciones, pero de momento parece que nos salvamos. La hora se no echa encima y salimos hacia la Oficina de Turismo Municipal, situada en la calle Cristóbal Martín Herrera. Una vez allí nos informan y documentan para bajar hasta la Playa del Rostro y tomar el crucero fluvial de las 12,00 horas, nos recomiendan bajar cuanto antes pues las plazas del barco son limitadas. Aprovecho para informarme del estado del terreno para conducir autocaravanas y me dicen que se ha mejorado un poco el firme y incluso es posible verlas en el aparcamiento en su último tramo, pero.., es conveniente dejarla en el primer aparcamiento destinado para autobuses y bajar los últimos 300 metros andado.

El embarcadero se encuentra a unos 6 Km. del pueblo, nada más comenzar el descenso ya una señal nos advierte que estamos ante un “camino agrícola”. Los primeros tres kilómetros no perecen muy dificultosos los que me hace pensar que la gente es muy exagerada, circulo con extrema precaución hasta el punto que llevo detrás una buena caravana de coches, pronto las pendientes se hacen más pronunciadas y las curvas llegan hasta los 180º, la carretera poco a poco se estrecha y llegamos ante una gran pendiente que me obliga a bajar en primera y con el freno a tope, nada más llegar a la siguiente curva se encuentra el aparcamiento de autobuses vació, pienso para mi interior: si llego es todo para mi, y allí deposite mis huesos para bajar tranquilamente andando los últimos metros, que aumentan en dificultad, estrechez y desnivel. No puedo decir que tuviera sensación de peligro pero si que mi corazón no respondía, hay que tener en cuenta que bajamos de un nivel sobre el mar de casi 800 a 300 metros en poco más de 1 kilómetro.

Es un lugar que desconocía pese haber visto numerosos documentales sobre los cruceros por el río Duero, pero yo asimilaba como una parte del recorrido desde la frontera portuguesa hasta la ciudad de Oporto, trayecto que realizan numerosas embarcaciones y que ofrece un gran interés debido a su paisaje y a los desniveles de las presas que se salvan por medio de exclusas.

Barranco Playa del Rostro

La compañía que explota la atracción turística de los viajes en barco tiene su página web www.corazondelasarribes.com , el precio por persona es de 15 euros. El trayecto por el río Duero se hace durante 1 hora y ½ desde la Playa del Rostro hasta la misma presa de Aldeadávila y regreso al punto de partida.

El barco es pequeño para 90 personas y se llena enseguida. En el turno nuestro, fueron varias personas las que no consiguieron embarcar quedándose para la salida de las 16,00 horas.

Puntual salimos en dirección a la presa de Aldeadávila en este primer tramo de ida el paso es lento para atender las explicaciones de nuestro guía. Relatando como es la historia de esta parte de los Arribes del Duero con especial atención a la forma de vida, costumbres y tradición de sus habitantes. Durante siglo han sabido este terreno bello pero poco productivo, los elementos que les eran indispensables para alimentar el ganado y para su propia subsistencia, las explotaciones de madera, la cría de cabras, el aceite y sobre todo la caza.

Las laderas más inclinadas a lo largo del tramo del río han ido contorneándose para permitir su explotación, desde hace unos pocos años en la parte española han quedado en desuso y solamente las fincas de la parte portuguesa se ven bien cuidadas y aún son explotadas.

Entre los senderos que unen los pasos entre los distintos miradores aparecen ocultos con difícil acceso donde por la noche caminaron los contrabandistas. Se hacían pequeños intercambios desde la parte española se llevaban productos manufacturados y regresaban desde la parte portuguesa con café, bacalao, telas, toallas, etc. y así podían complementar el sustento de sus familias en tiempos difíciles.

Los cabreros eran casi los dueños de la situación tanto diurna como nocturna, siempre atentos al cielo para evitar

Paso de contrabandistas

los ataques de las águilas reales, también para no verse sorprendidos entre esos precipicios de la oportuna tormenta de agua o hielo. Atentos del horizonte para no verse enfrentados con los guardas de aduanas y los contrabandistas. Atentos al agua donde circulan por el río barcos y pescadores. La relación por medio del cielo entre el águila y las cabras eran siempre tensas. La rapaz aprovechaba el menor descuido del cabrero para arrebatarle la última cría más preciada de su mejor cabra, como venganza el cabrero subía diariamente hasta el nido e impedía que los retoños de las águilas pudieran comer la caza de la madre les dejaba, les ponía un palo clavado en su boca para que no pudiesen degustar las liebres, cabras, jabalís, etc. El cabrero arrebataba la pieza y le servia para su sustento. Durante siglos el cabrero y el águila jugaron al gato y al ratón, claro siempre vencía el más inteligente, en la actualidad ese juego ha terminado, ambos, los cabreros y las águilas se encuentran en vías de extinción, por lo que deduzco que el juego debía de ser beneficioso para ambos.

Este viaje nos permite imaginar como debía de ser la vida de esta parte del país, es la España más profunda, mucho más que cualquier remota aldea de Galicia. Hasta bien entrado los años 70 no empezó a cambiar esta estructura, aquí el hombre vivía hacinado en casas de una sola habitación con más de 13 hijos, viviendo de la caza, la pesca, el cielo y la tierra, los hijos no acudían al colegio, el contacto con la población rural más cercana era una vez al año para cortarse el pelo y la mujer para vender sus productos una vez a la semana.

Gracias a esta singularidad natural y cultural de este espacio han sido conservados durante siglos por su población con una gestión compartida y un desarrollo sostenible ha llegado virgen hasta nuestros días. El 11 de mayo de 1998 este paraje ha sido declarado como Parque Natural del Duero Internacional con un área de protección de 85.150 hectáreas.

Reunión de cormoranes

Las aves que nos podemos encontrar durante la visita son la cigüeña negra, el milano, cernícalo, el buitre leonado, el águila real, el alimoche, el halcón peregrino, el azor, el gavilán, el búho real y en los últimos años se esta implantado el cormorán.

La flora más notable son aliso, almez, alcornoque, endrino, majuelo, madroño, oxicedro, olivo, fresno, roble, quejigo, terevinto,

Las especies de mamíferos más comunes son conejos, jabalís, jinetas, garduñas, musarañas, liebres, gato montés, zorros, y el lince ibérico.

Los peces que habitan en el río Duero son barbos, bermejuelas, bogas, carpas, carpines, lucios, escallos y gobios.

Circulamos rio abajo contemplando y haciendo pequeñas paradas en la cascada Riomolina, el mirador de Lastrón, el mirador de Rupitin, el mirador de Montelpuerto, el mirador del Picón de Felipe y el espectacular mirador del Fraile con su roca granítica, pronto llegamos a la presa de Aldeadávila pero nos quedamos a una distancia prudencial de la pantalla de aguas arriba, nos damos la vuelta río arriba hasta llegar al improvisado fondeo a las 13,30 horas.

De regreso al pueblo nos acercamos por la panadería El Molino, donde tenemos la oportunidad de comprar el típico pan de horno de leña que tanto buscamos en las capitales y nunca encontramos.

Por la tarde aprovechamos para ir hasta los miradores más cercanos y espectaculares. Salimos por la parte alta del

La Raya España-Portugal

pueblo por la carretera denominada GR 14 y llegamos hasta el mirador del Fraile. El espectáculo sobre la presa es impresionante, contengo la respiración para que el corazón bombee más lentamente así consigo vencer el miedo y el vértigo.

Regresamos sobre nuestros pasos hasta el Llano de la Bodega donde dejamos aparcados los vehículos, andando por un camino pedregoso de 1 Km. nos acerca hasta el Picón de Felipe, desde aquí se puede ver una vista sobre el contorno del río a unos 500 metros de altitud sobre el nivel del agua. La leyenda del lugar nos cuenta que Felipe estaba enamorado de una joven portuguesa y acudía a este paraje para “picar” el roquedo con el fin de derribarlo y de esta forma poder cruzar a la otra orilla cuando el río venia crecido.

A las 19,30 horas, salimos en dirección de Portugal por el paso más cercano de la Presa Saucelle. La bajada desde la parta más alta de los arribes es espectacular, con un tramo de carretera de unos 8 Km., con curvas de 180º y unos desniveles que para ellos les gustaría en el tour de Francia, con mucho arte y serenidad atravesamos el paso fronterizo en dirección a Freixo d'Espada Cinta, a unos 3 km el Tom Tom nos indica la desviación a la izquierda justo por la zona portuguesa más escarpada, en lugar de seguir el viaje hasta Freixo, después por la carretera 220 que nos acercaría Carvicais y Torre de Moncorvo y para terminar en Pocinho, nuestro destino. Como digo nos dejamos llevar por la indicaciones del “tonto” y nos adentramos en un mundo de aventuras, pasando por pueblos donde casi nos empotramos con la autocaravana, desniveles y curvas no propios del siglo XXI, carreteras donde la maleza invade la calzada como si de una selva fuera. Llegamos a Pocinho a las 22,30 hora española que allí eran una hora más con un gran estrés pues no sabíamos si verdaderamente estábamos en el pueblo que tenia estación de tren para hacer la excursión por el Río do Douro. Nada más llegar vemos las vías y nos dirigimos a la estación de tren, allí comprobamos que pese a estar encendida no hay nadie, pronto llega un coche que a la postre sería el jefe de la estación de Pocinho que nos informa los diferentes horarios para hacer el viaje por el río Duero: 6,54 a.m. y 11,00 a.m. para regresar desde “Peso de Regua” a las 11,15 o a las 15,30 p.m. respectivamente. Después de un amplio debate nos decantamos por darnos el madrugón. También amablemente nos informa que podemos aparcar en la misma puerta de la estación y pernoctar allí mismo para nuestra mayor comodidad, sus coordenadas son N 41.12983 ; E 7.12406.

Para relajarnos nos acercamos hasta el pequeño bar más cercano a la estación donde nos sirven unas maravillosas cervezas heladas a un precio sorprendente: 0,90 euros, ¿A qué es interesante Portugal?.

La noche se hace la más calurosa de las que he pasado nunca en la autocaravana, ignoro la temperatura real pero puedo imaginar que sería casi los 30º C. La influencia térmica sobre el río Duero es muy acusada soportando temperaturas superiores a 5º en el nivel del río que en la parte superior de los Arribes, convirtiéndose en un clima propiamente mediterráneo.

Día 21 de septiembre (dómingo)

Tren por el Duero

Pipipiiií, pii, piiiii… Pipipiiií, pii, piiiii. Son las 6,00 a.m. cuando un dichoso ruido que proviene del despertador nos levanta de nuestro ajetreado sueño, me he pasado toda la noche subiendo montañas, bajando desniveles, atravesando montes, curvas de 90, 120, y 180º doy gracias al despertador por avisarme tan pronto pues me ha permitido liberarme de este pesado sueño. Hacemos lo más imprescindible en nuestra autocaravana, un poco de leche y una magdalena. Menos mal que estamos en la misma puerta de la estación pues llegamos al tren con 4 minutos antes de la partida. No hay taquillas y nos subimos en el primer compartimiento que en su día debió de pertenecer a la clase 1ª categoría, en la actualidad tiene pocas diferencias. Nada más partir llega el revisor para cobrarnos 10,50 euros idea y vuelta Pocinho-Peso de Regua-Pocinho . Es aún de noche y con el cambio de horario tenemos que calcular cuando amanecerá y nos permita disfrutar del verdadero paisaje del viaje “El Río Douro” o Douro para ellos. Poco a poco el día se abre, los rayos del sol disuelven las brumas de la noche concentradas a ras del río.

En 1862 esta línea férrea debía de unir primeramente desde la ciudad de Oporto hasta Peso de Regua y posteriormente sufrió una nueva ampliación hasta la ciudad de Pocinho que serviria de base para unir Portugal con España por la línea zamorana, esto nunca llegó a realizarse. Olvidándose su trazado internacional se ocupo para el transporte del vino desde los márgenes de Duero donde plantaba y recolectaba, y se trasladaba en vagones hasta la ciudad de Oporto o Porto, donde se criaba y fermentaba, también para el acopio de enseres y personas para la explotación agrícola de las quintas.

Asistimos a un escenario único en el mundo donde los viñedos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, acompañados por una vegetación típicamente mediterránea a ciento setenta kilómetros del Atlántico, establecida en bancales y terrazas inverosímiles en pendientes del 50 % y hasta quinientos metros de altura. Es la lucha del hombre por colonizar el suelo, no existe un metro cuadrado sin vides, olivos o almendros. Las cepas están sostenidas por espalderas y alineadas en estrechas terrazas y bacanales, poco a poco y durante siglos se han ido sustituyendo a los antiguos bosques de alcornoques, acebuches, encinas y chaparros, Aún hoy siguen trabajando con medios más modernos en la colonización de estas laderas y grandes pendientes.
El tren circula por las grandes quintas que suministran el preciado caldo de bodegas de Porto como: Barros, Castelinho, Sandeman, Infantado. etc.

Estación de Pinhao

Pasamos por las siguientes estaciones de ferrocarril y horarios:

Estación de Tren: Horario

 

Pocinho

06h54

 

Freixo de Numao-mos do Douro

07h03

 

 

Vesuvio

07h08

 

 

Vargelas

07h14

 

 

Ferradosa

07h18

 

 

Alegria

07h26

 

 

Tua

07h34

 

 

Pinhao

07h49

 

 

Ferrao

07h56

 

 

Covelinhas

08h03

 

 

Bagauste

08h08

 

 

Regua

08h16

 

Paisajes del Duero

 

Estación de Regua (Portugal)

Nada más llegar a Regua nos internamos en una pequeña pastelería para dar cuenta del café portugués y su impresionante tradición del dulce, los precios son turísticos pero muy alejados del atraco de la hostelería en España, el café 0,90 euros.

A la salida comienza a llover, como casi siempre que nos sorprende la lluvia no vamos preparados, pero……Portugal es un lugar especial y cuando eso sucede siempre encuentras a alguien que vende paraguas, eran 2,5 euros, dos 5 euros, ¿Quién se moja por 5 euros?. Bajo palio continuamos nuestra visita por la ciudad, se ve mucha gente que llega en grandes autocares, Regua es una ciudad puente en la visita en barco por el río Duero, vemos el espectáculo del río a su paso por la ciudad. Intentamos cruzar hasta la otra orilla por el antiguo puente metálico, pero parece que no ofrece suficiente seguridad y lo tienen tapiado, pudiera pertenecer a uno de los muchos que proyecto el ingeniero Eiffel en Portugal.

Visitamos una de las muchas bodegas instaladas en la ciudad, en este caso es “Castelinho”, antes de entrar

Bodegas Castelinho

pregunto si su demostración es gratuita, pues en Oporto se esta implantando la moda de cobrar por la visita a las bodegas como si de un museo se tratase, efectivamente es un museo pero existe una contrapartida con la posibilidad de difusión de su marca y la compra del preciado caldo. Nos deleitan con una copa fría de vino de Porto, que tengo que decir que era de gran calidad. Pasamos por la bodega donde nos informan del proceso del vino con calidad de origen Porto y contemplamos el museo con botellas de principio de siglo. A la salida tenemos oportunidad de volver a probar otra variedad de vinos pero decidimos marcharnos pues el tren sale pronto.

A las 11,15 llega puntual el tren procedente de la ciudad de Oporto, los vagones se llenan de público y en tres minutos partimos de regreso en dirección a la estación de tren de Pocinho.

El día es nublado pero la luz que ilumina el paisaje se nos hace disfrutar del viaje de regreso pues dista mucho del que hemos podido contemplar durante las primeras horas de la mañana.

Llegamos cerca de las 13,00 más una hora en España. Partimos inmediatamente hacia España, nada más llegar a Vila Nova de Foz Cóa, donde paramos para comer en el restaurante Almeida que nos ofrece en su plato del día el socorrido bacalao a modo del lugar.

Regresamos por Ciudad Rodrigo que pese a hacer cerca de 70 Km. más nos permite disfrutar de un recorrido mucho más llano y exento de aventuras pasadas.

A la llegada el marcador parcial del vehículo indica el recorrido de 810 Km., no esta mal para un fin de semana.

Paisaje de regreso

-FIN-

 

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© Fotografías y textos son propiedad:

Ángel López

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