Las casas de las familias nobles de las ciudad no se pueden adivinar por las fachadas, hay que atravesar la puerta de entrada para admirar la imagen de la riqueza interior que poseen, eran verdaderos palacios de familias pudientes que ahora poco a poco se van convirtiendo en pequeños Riads o Hoteles, los patios son enteramente sevillanos construidos por los expulsados andalusíes. |