El castillo de Vincennes es un testigo fundamental de la historia de Francia, fue construido en el siglo XII por los soberanos Capetos Luis VII que comienzan a edificar una casa en el bosque de Vincennes. Durante la guerra de los Cien años –entre Francia y Gran Bretaña– Juan II el bueno empieza a construir la torre del homenaje, aunque es terminada por su hijo Carlos V en 1370. Más adelante se piensa en proteger la torre con un conjunto de murallas flanqueadas por nueve torres. A la muerte de Carlos V se comienza la construcción de la Santa Capilla construyendo la portada más interesante del gótico flamígero. En los siglos XVI y XVII fue el refugio natural de los reyes durante largas temporadas, Luis XIV vivió allí antes de instalarse en el Palacio de Versalles en 1682.
Al estallar la Revolución francesa el Châteaux pierde su papel como residencia real y pasa a convertirse en un arsenal militar y se adaptan las murallas a la nueva función adaptando sus muros a la artillería moderna.
De la casa de campo capeta poco o nada a llegado a nuestros días, en las recientes excavaciones del conjunto se han descubierto restos de los siglo XIII y XIV alrededor del patio donde estuvo la residencia de San Luis.
El único vestigio visible es la fuente que queda en el centro del patio. El agua llega hasta ese punto a través de un sistema hidráulico rematado por una amplia red. Fue rehabilitada durante el mandato de Carlos V y gracias a ello ha llegado a nuestros días. |