El puente de San Bénézet es mundialmente conocido como el puente de Aviñón. Su construcción comenzó en el año 1.117 para sustituir al maltrecho puente de madera que medía 900 metros de largo y estaba formado por 19 arcadas.
Durante siglos esta región estuvo sometida a las crecidas del río Ródano, en unas de ellas el puente fue destruido varias veces siendo siempre reconstruido. El rey Luis XIV se negó a reconstruirlo tras la definitiva avenida producida en el siglo XVII y desde entonces el puente tiene la mitad en pie.
El puente tal como le conocemos cuenta la leyenda que fue construido en 1177 gracias al milagro del pastor Benezet, que había llegado de las montañas de Ardeche con el firme propósito y siguiendo los dictados por Dios para construir un puente eterno sobre la ciudad de Avignon y salvar las calamidades que se producían río abajo cada vez que hacia crecidas en el río Ródano.
Encontró por el camino un ángel que lo condujo ante el obispo de Aviñón. Éste le hizo pasar una prueba, que consistía en levantar una piedra tan pesada que ni siquiera 30 hombres habrían podido moverla. Bénézet dotado de una milagrosa fuerza la levantó y la llevó a la orilla del río, siendo ésta la primera piedra del puente. La gente entusiasmada improvisó una suscripción pública que hizo posible su construcción.
En realidad el puente fue obra de Bénézet y de sus 24 hermanos (sacerdotes) que conformaron una hermandad, además del apoyo de un rico mecenas que formaron “ La Hermandad del Puente” para la construcción de un puente gótico de piedra sobre los restos de la estructura de madera del siglo XII, luego fue explotado mediante peajes, gracias a que formaba parte de una de las rutas de peregrinación entre Francia y España y se convertiría en un elemento de comunicación esencial para la construcción de la corte Papal en Avignon. Posteriormente, los Cardenales se fueron trasladando hacia la vecina Villeneuve para escapar de los que llamaban a Avignon como la ciudad más sucia y maloliente de la tierra, en esos momentos el puente era punto de unión entre los palacio de los cardenales (Villeneuve) y el Palacio de los Papas (Avignon).
Los Papas cada vez que salían de Avignon rezaban en la capilla de San Bénézet como agradecimiento al santo de su obra y ofrecían como un regalo un florín.
El cardenal Blandiac en 1377 ordena pavimentarlo porque se habían registrado muchos accidentes por deslizamientos y caídas al río Ródano.
Actualmente solamente quedan 4 de sus 22 arcadas y todavía se mantiene en pie la Chapelle Saint Nicolás, se llamaba así por que se veneraba como patrón de los marineros del Ródano, pero también se la conoce como la capilla de Saint Bénézet en honor a su constructor, esta formada por un santuario romano y uno gótico donde fue enterrado Bénezet, luego más tarde su cuerpo fue exhumado y llevado a la iglesia de los Celestinos de donde desapareció durante la Revolución Francesa.
Los restos del puente fueron declarados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
El Ponte de Saint Benezet ha logrado en todo el mundo la fama gracias a la canción “Sur le Pont d'Avignon”, originalmente compuesto (aunque con una melodía diferente) en el siglo XVI por el músico Pierre Certon. Posteriormente, se hizo otra versión más moderna en el siglo XIX, obra Adolphe Adam que lo incluyó en una zarzuela en 1853 llamada L'Auberge Pleine. El título original era Sous le Pont d'Avignon (bajo el puente de Avignon ), porque en la Edad Media se hacían fiestas populares en la Isla de la Barthelasse , que se encuentra bajo los arcos del puente original. La canción fue popularizada por una opereta de 1876, podéis escuchar esta canción en este enlace: Sur le Pont d'Avignon . |