Castillo de los Condes de Flandes, obra del Conde Filps Van den Elzas que mando construir este enorme castillo en la parte más alta de la ciudad para su dominación en 1180, posteriormente, Felipe de Alsacia empleo el recinto como cárcel y especialmente como un lugar para la tortura de los acusados por brujería, un ejemplo de la barbaridad de un pueblo que cambia los miedos hacia los judíos a los miedos por los brujos o más bien hacia lo desconocido de esa sociedad.
Construido enteramente en piedra lajada con mampostería, cerrada por muros alemenados, destaca la torre del homenaje y sobre todo las estancias interiores que asemeja más a un verdadero palacio que a un castillo medieval, con sus distintos aposentos, la sala de audencias, la capilla, la prisión la hanitación de los condes.
Las estancias dedicadas a la tortura son impresionantes con una amplia exposición de utensilios y elementos dedicados a ese doloroso fin. |