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LA CASA DE PILATOS Y LA CRUZ DEL CAMPO, SEVILLA
 
Directorio:

AUTOR: Rafael de la Oliva Cáceres

Hay en Sevilla un palacio que pertenece a la familia de los Duques de Medinaceli, y que en la ciudad ha quedado con el nombre de Casa de Pilatos. Con anterioridad perteneció a Don Fadrique Enriquez de Ribera, Marqués de Tarifa. Este marqués en una visita que hizo a Tierra Santa recorrió la Vía Dolorosa , quedando impresionado emocionalmente y más tarde, proyectó en Sevilla. En su viaje de regreso pasó por Italia, quedando entusiasmado por sus manifestaciones de arte. De nuevo en la ciudad, se hizo construir una residencia con reminiscencias renacentistas y con sabores italicenses. Finalizada esta y, de nuevo pensando en los lugares santos, estableció la devoción del Vía Crucis y, colocando la primera estación en la fachada de su Casa Palacio, midiendo con total exactitud el recorrido hasta completar la misma distancia que en Jerusalén hay desde el palacio de Pilatos hasta el Gólgota. Más tarde, esta distancia fue ampliada hasta terminar en un monumento que, en las afueras de la población existía en un terreno colindante con el acueducto que abastecía a la ciudad y, que por provenir de las inmediaciones de Carmona, se le conoce en lenguaje de la calle como Los Caños de Carmona. Como hemos dicho, la primera estación se estableció en la fachada del palacio que nos ocupa y, que desde entonces, vulgarmente se conoced como Casa de Pilatos. El monumento mencionado se edificó en tiempos de los Reyes Católicos y fue mandado construir por el caballero Don Diego de Merlo, que era Guarda Mayor del reino en 1482, según consta en una leyenda en el interior del monumento. Debido a que este Calvario estaba en una explanada sin construcciones próximas, se le denominó La Cruz del Campo . Hoy día está ahogada por multitud de edificaciones que le han quitado toda perspectiva. Hay indicios de que se proyecta trasladarla a otro sector, emplazándola, no lejos de allí, pero que tenga la vistosidad que el monumento requiere.

Referencias

Fotografías gentileza:

M.C. de la Oliva Gutiérrez

   
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