El Yacimiento fenicio de sa Caleta se encuentra situado sobre un promontorio llamado sa Mola de sa Caleta (una península llana entre la playa de es Codolar y es Bou Nou), los restos de este poblado se encuentra declarado en 1999 como Patrimonio de la Humanidad de la isla de Ibiza.

Fue el primer asentamiento a mediados del siglo VII a. de C. por fenicios buscadores de metales que procedían del sur de la Península Ibérica para, abandonarlo un siglo más tarde para fundar una nueva ciudad en un lugar mucho más adecuado: la bahía de Eivissa (Ibiza).

El poblado en su origen tenía una extensión aproximada de cuatro hectáreas; era un área urbanística de tipo arcaico compuesta por gran número de unidades arquitectónicas cuyo conjunto configuraba una trama, en ocasiones irregular y, en otras, apuntando una línea de arquitectura más planificada.

Uno de los diversos sectores que lo compone y en el que convencionalmente se divide el conjunto es el denominado "barrio sur" está bien estudiado, señalizado y vallado; compuesto por los restos de nueve unidades que ofrecen una clara idea de la disparidad de concepciones arquitectónica que había en el lugar: desde una sola estancia hasta otra de siete estancias, un horno comunal de pan, entre todas ellas hay unos callejones y plazas, tiene una estancia con un porche, que posteriormente, sería la base del desarrollo arquitectónico de la casa típica payesa, como elemento distribuidor de la vida en la vivienda, probablemente copiado de la casa típica de la península arábiga.

El estado de conservación del barrio central, el portuario y el noroeste se encuentra bastante deteriorado.

A su lado hay numerosos restos del poblado desperdigados que se hallan a la intemperie, estos restos fueron objeto de estudio por parte del Consell de Ibiza entre los años 1986 y 1994 que demostraba que todo el conjunto era un espacio perfectamente urbanizado, se puede apreciar una pared baja que forma esquina y se trata de los restos de una antigua planta rectangular, en el centro había un horno fenicio incorporado a este grupo de viviendas, se observa la base de arcilla del horno y los restos negros de las cocciones de la arcilla de hace más de 27 siglos.

Durante años era un espacio aprovechado por el ejercito durante la primer mitad del siglo XX – cerca de este lugar se pueden ver los túneles y baterías antiaéreas, instaladas durante la Guerra Civil española- que aún más acelero la degradación del yacimiento.